Con la llegada de las elevadas temperaturas, el consumo de cerveza aumenta, en especial las cervezas de sabor ligero y refrescantes, como la cerveza con limón.

Sin embargo, la OCU - Organización de Consumidores y Usuarios- ha publicado su más reciente estudio en torno a la popular bebida, y concluye que las cervezas con limón más habituales en los supermercados o bares "no son lo que parecen", ya que la presencia del limón es casi testimonial.

En el estudio, la OCU analiza diferentes marcas populares de cervezas con limón y se han encontrado con la sorpresa de la poca presencia de zumo de limón en la bebida, y como en realidad, es sustituido por azúcar añadida y aroma de limón.

También, se ha concluido que randler y shandy, que son de las versiones de cerveza con limón más populares, se refieren a la elaboración de productos diferentes.

Radler, que contiene entre 2 y 3,2% de volumen de alcohol, tiene diferentes versiones de la bebida, desde las radler elaboradas sin zumo y solo con aromas, hasta las radler con una cantidad más "generosa" de zumo de limón: apenas un 5%.

Mientras que las shandy solo contienen un contenido alcohólico inferior a 1%, y no contienen zumo de limón, sino aroma.

Ambas marcas tienen versiones sin alcohol (0,0%) que contienen una cantidad de zumo de limón no mayor al 4%.

Aunque mucha gente piense que las cervezas con limón son una alternativa más saludable a la cerveza tradicional, la OCU advierte que si bien es cierto contienen un nivel menor de alcohol, las cervezas con limón tienen azúcares añadidos, con una cantidad que puede llegar a ser equivalente a tres sobres de azúcar, que hacen que la bebida tenga un mayor contenido de calorías que la cerveza tradicional, por lo que la Organización llega a la conclusión que la versión más saludable es la "sin alcohol (0,0%)", o alternativamente, una cerveza con limón hecha en casa.