El móvil se ha convertido prácticamente en una extensión de nuestras manos. No lo dejamos ni a sol ni a sombra, lo colocamos sobre cualquier tipo de superficie y lo tocamos mientras comemos, trabajamos, hacemos la compra o estamos de fiesta.

De esta forma, este tipo de dispositivos se convierten en un nido de bacterias que son básicamente las que tenemos en la piel, de forma que las transferimos continuamente de la mano al móvil y del móvil a la mano. 

Estas bacterias que se pueden encontrar en el móvil pertenecen fundamentalmente a dos tipos de estafilococos: estafilococos áureos y estafilococos epidermis. Ambos forman parte de la microbiota normal del organismo y no le causan ningún daño siempre y cuando se mantengan en equilibrio.

Así, los gérmenes que viven en los móviles de la población en general no representan en principio ningún riesgo para nuestra salud. El problema se agrava en el caso de las bacterias que los móviles pueden coger en hospitales, ya que estas suelen ser resistentes a los antibióticos y causar infecciones graves.

Dos jóvenes manejan sendos móviles. Freepik

Limpieza habitual

Debido al continuo contacto con el móvil, es conveniente desinfectarlo y limpiarlo con relativa frecuencia para evitar cualquier tipo de contagio. Para hacerlo de forma segura, en primer lugar debemos apagar el dispositivo y desconectarlo de cualquier fuente de alimentación. Utilizaremos un paño de microfibra suave y limpio para eliminar el polvo y las partículas sueltas de la pantalla y la carcasa.

A continuación pasaremos a desinfectar el móvil. Puedes hacerlo con toallitas húmedas impregnadas de alcohol isopropílico, especiales para limpiar pantallas de móvil, televisión, ordenador, tablets… Es tan sencillo como pasar la toallita por el teléfono y la funda para desinfectar la superficie.

Si no tienes toallitas, puedes preparar una solución de limpieza suave. Para ello mezclaremos a partes iguales agua destilada y alcohol isopropílico (al menos al 70%). No utilices nunca productos químicos agresivos, como lejía o limpiadores abrasivos, ya que pueden dañar la pantalla o el recubrimiento oleofóbico.

Para proceder a la limpieza del móvil, en primer lugar debes lavarte las manos para evitar la transferencia de bacterias. Puedes utilizar un spray para aplicar la solución en un paño suave que no deje pelusas en vez de pulverizarla directamente sobre el dispositivo. Conservarlo en este envase te permitirá tenerlo siempre a mano para poder desinfectar cómodamente el móvil en cualquier momento.

Una mujer rocía la pantalla del móvil con un spray. Freepik

Funda y aparato

Comienza por retirar la funda del móvil y desinféctala con la mezcla. Esta funda tiende a acumular incluso más suciedad, virus, bacterias y hongos que el propio móvil. Una vez que hayamos dejado esta impecable, pasaremos a limpiar suavemente la pantalla, la parte trasera y los bordes del móvil con el paño humedecido en la misma mezcla. Asegúrate de no dejar que la humedad entre en los puertos del dispositivo. A continuación, deja que el aparato se seque completamente antes de encenderlo o de volver a conectarlo a una fuente de alimentación.

Si tu móvil cuenta con un protector de pantalla no será necesario que lo quites, pero deberás desinfectarlo a conciencia. Además, de esta forma, la pantalla se conservará durante más tiempo en perfecto estado.

Y es que, según un estudio publicado por la Universidad de Barcelona en 2015, los móviles pueden acumular muchos gérmenes. La investigación concluyó que la pantalla del móvil puede contener hasta 30 veces más virus y bacterias que un baño limpio.

Por ello, es importante prestar atención a la limpieza del móvil y hacerlo con regularidad para acabar con las bacterias que este acumula y hacer de él un dispositivo mucho más higiénico.