Cada último sábado de los meses de marzo adelantamos los relojes una hora. Este año lo haremos la madrugada del día 31 de marzo, cuando daremos inicio al horario de verano. El primero de los dos cambios de hora que hacemos durante el año, uno en primavera y otro en otoño, que, pese a premiarnos con más hora de luz y permitirnos ahorrar energía, termina pasándonos factura.

Unas modificaciones de los relojes de las que se ha hablado en repetidas ocasiones y cuya ejecución la aplican los miembros de la Unión Europea, tal y como así lo señala la Directiva Europea 2000/84/CE, aunque no son los únicos territorios que adelantan o retrasan sus relojes.

Adelantar el reloj una hora: A las 2 serán las 3

En la línea con lo que hemos venido comentando, la madrugada del sábado día 30 de marzo al domingo día 31 adelantamos el reloj una hora, lo que nos privará de una hora de sueño pero nos dará la posibilidad de disfrutar de más horas de luz durante el día.

Un cambio al que le seguirán el de otoño de este mismo año, el 27 de octubre, el del 30 de marzo del año 2025, el 26 de octubre de ese mismo año, el 29 de marzo del 2026 y el 25 de octubre de ese año. Unos cambios que, por el momento, se desconoce si serán los últimos que se realizarán.

¿De qué manera nos afecta el cambio de hora?

Según señalan desde la Sociedad Española del Sueño, a la que también se le conoce como SES, el cambio de horario altera el tiempo de exposición al sol durante el día y desequilibra al reloj interno, que tarda varios días en reajustarse. Una modificación que implica un periodo de adaptación, lo que explica que se haga la madrugada del sábado al domingo.

Sin embargo, es habitual que después del cambio de hora algunas personas presenten una serie de síntomas, tales como:

  • Cambio en el estado de ánimo.
  • Falta de concentración.
  • Fatiga y cansancio.
  • Cambios de apetito.
  • Mayor irritabilidad.
  • Somnolencia durante el día.
  • Dificultad para conciliar el sueño.

Unos síntomas que se asemejan a los que se producen con el jet-lag cuando se viaja en avión a un país con un uso horario diferente.

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La Sociedad Española de Sueño aconseja que lo más conveniente para la salud es que exista un horario estable sin cambios durante el año y que se mantenga de forma permanente el horario de invierno. ¿La razón? Se conseguiría una mayor exposición a la luz solar durante la franja horaria laboral y escolar más habitual, especialmente en las primeras horas de la mañana.