Coinciden desde los colectivos feministas en que estos Sanfermines les dan “un poco de miedo”. Las cifras de denuncias y casos de violencia de género no son nada halagüeñas y asumen que ha habido un incremento después de los peores meses de pandemia, cuando se han relajado las restricciones, “parecido a una explosión”. Asumen desde el Talde Feminista de la UPNA que les han llegado “muchos casos de gente cercana que ha sufrido abusos en discotecas, incluso de gente que conocían. Este tipo de problemáticas han aumentado mucho y nos preocupa bastante lo que pueda pasar en fiestas”, explican Paula Prieto y Alaitz Gutiérrez, de 20 y 22 años. Y es que en Sanfermines todo se magnifica.

Valoran que los puntos de información han sido grandes avances, “están a mano para las personas que han sufrido agresiones y disponibles y cerca para que expertas les puedan ayudar. Pero hace falta información sobre los recursos disponibles, saber lo que tenemos y no que nos lo encontremos de repente –explican–. Y sobre todo alertar a la otra parte. Siempre enseñamos a la víctima cómo tiene que actuar y no estamos educando al agresor. Ni siquiera a los amigos de los agresores, para que sepan qué hacer, cómo evitarlo. Ese punto de vista es también importante”, señalan.

“Nos centramos en cómo tiene que actuar la víctima pero hay que educar al agresor”

Alaitz Gutiérrez - Talde Feminista de la UPNA

Redes sociales

Asumen, además, que entre la gente joven ahora las redes sociales y los móviles también juegan su papel como nueva forma de acoso. “Por redes sociales, subir una foto a Instagram o gente grabando a otras personas sin su consentimiento. Mensajes o llamadas, a ver dónde estás, con quién...”.

Demandan transporte para ir a casa, paradas a demanda, “que haya recursos y que tú también los puedas ver. En Pamplona nos sentimos seguras, aunque San Fermín es otra cosa por la cantidad de gente. Pero no queremos estar alerta, queremos estar bien porque estamos de fiesta. Disfrutar”.