Ganadería Cebada Gago (día 9)

Levante o levantera es ese aire extremo que llega a la provincia de Cádiz desde el cálido desierto africano, que no queda tan lejos. Hay meses que no descansa, apenas tres o cuatro días, y es algo más que un incordio. Y si hay algún sitio donde pega duro es en la zona baja de Medina Sidonia, donde se encuentra La Zorrera, una tierra dura y arisca donde residen estos animales.

La tierra es un elemento más a tener en cuenta en la cría, y estos recios y duros toros cada vez son más demandados para las calles, para el correbous del Levante español. Allí buscan esos toros que, por desgracia, cada vez son menos demandados en las plazas, donde el público en general quiere ver dar mil pases al compás de los olés.

De la gran demanda de antaño, al no variar apenas las condiciones de estos toros, se ha pasado a escasos lugares de zonas donde se sigue pidiendo el toro, digamos, no fácil.

Pamplona y su feria se encuentra a mitad de camino de ambos mundos, y por eso, casas como esta deben tener su sitio. Además, contando con la solera de los ‘cebadas’ en este pueblo, su legión de seguidores, su más que duro caminar por las viejas rúas de la city siendo sus lotes de los más peligrosos para los valientes mañaneros y la expectación que ello conlleva en la mayoría de los públicos, no queda otra que alabar el hecho de contar con ellos un año más.

Otra cosa es que, ya hay quien se está quejando de estar instalados en domingo de masificación en la carrera y avisan de las posibles cornadas que puedan dar. Quizás sea así, pero ya da igual el día, porque todos tienen exceso de bípedos. El lote está decidido. Los ocho seleccionados ya están aquí, a la espera de decidir a los seis. Y cualquiera de ellos puede prestarse a eso, y a poder dar algo de lustre y gloria a los esforzados de la tarde. l