Los diez carteles finalistas del concurso de San Fermín 2025 ofrecen una amplia variedad de enfoques artísticos que reflejan tanto la tradición como la evolución contemporánea de la fiesta.
Desde propuestas abstractas como Brillo, que reduce la imagen festiva al simbolismo del pañuelo rojo, hasta composiciones dinámicas como El 6 a las 12:00 o Instantes, que capturan el caos, la emoción y la energía colectiva del evento, cada obra propone una visión singular y evocadora de lo que representan los Sanfermines. También destacan propuestas como Lore-koroa, con una estética naif que celebra la alegría popular, o ¡A toda fiesta!, que integra con frescura figuras tradicionales y actuales en una escena vibrante y comunitaria.
Otros carteles apuestan por la evocación nostálgica o conceptual: Hogar pamplonica retrata la intimidad previa al bullicio desde un balcón, mientras Bauhaus 1919 traslada la esencia de la fiesta a un lenguaje geométrico y modernista. Yo soy Pamplona y Zaldiko recurren a figuras icónicas locales, como Caravinagre o el personaje de la Comparsa, con un estilo ilustrativo cuidado y reconocible. Por su parte, Corre opta por una síntesis visual impactante del encierro mediante siluetas planas, generando una potente imagen gráfica. En conjunto, esta selección refleja la riqueza simbólica, estética y emocional de San Fermín, vista desde perspectivas tanto clásicas como contemporáneas. ¿Cuál es tu favorito?
Así ha explicado el jurado su elección
Número 1. Plica 3017. Título del cartel: Brillo
La elección de esta imagen radica en su impactante propuesta de abstracción de la identidad sanferminera. Un cartel reducido a su mínima expresión, rojo con un leve brillo, que nos deja intuir la vibración del pañuelo festivo. Dotado de carácter y originalidad radical.
Con un ejercicio de síntesis que funciona a la perfección y que permite una representación con la fiesta inclusiva, diversa y horizontal, a través de uno de los símbolos más compartidos de la misma, el pañuelo rojo. Permitiéndonos también, la reflexión en torno a cuáles son las imágenes, símbolos y significados más representativos de estas fiestas hoy día.
Número 2. Plica 3129. Título del cartel: El 6 a las 12:00
El cartel captura magistralmente la transformación explosiva de Pamplona durante el chupinazo, articulando su narrativa a través de una ruptura visual central que simboliza el antes y el después de ese momento.
Su composición dinámica, mediante trazos gestuales y manchas de color, transmite el caos colectivo y la energía desbordante del gentío, logrando una síntesis visual de movimiento y emoción. La paleta cromática, basada en el rojo y blanco tradicionales pero enriquecida con matices expresionistas, amplifica la intensidad festiva sin perder su raíz identitaria. La tipografía manual y multicolor aporta espontaneidad y vitalidad, integrando innovación gráfica con elementos simbólicos esenciales. El enfoque abstracto y sensorial prioriza la experiencia emocional sobre la figuración, conectando directamente con la memoria cultural de San Fermín. En conjunto, el diseño destaca por su originalidad técnica y capacidad para evocar la esencia vibrante de la fiesta mediante un lenguaje contemporáneo y evocador.
Número 3. Plica 3225. Título del cartel: Lore-koroa / Corona de flores
Se trata de un enfoque actual del concepto de fiesta, tratado de forma simbólica y con una visión integradora. La estructura visual del cartel se articula en torno a una figura central, creando un círculo abierto a modo de explosión de elementos festivos.
Con una estética aparentemente naif y con un grafismo y tratamiento del color que recuerda a carteles antiguos, se compone una imagen alegre y representativa de la fiesta popular.
Número 4. Plica 3144. Título del cartel: ¡A toda fiesta!
El diseño destaca por plasmar con frescura y cohesión el carácter festivo de Sanfermines, representando un toro liberado que desencadena una carrera caótica y jubilosa, donde símbolos clásicos (gigantes, charangas) conviven con figuras cotidianas (niños, sanitarios), subrayando la dimensión comunitaria del evento. La estructura triangular central, repleta de figuras en movimiento, genera un ritmo visual arrollador, complementado por una tipografía artesanal que aporta vitalidad y claridad al mensaje.
La paleta cromática, anclada en el rojo y blanco pero enriquecida con tonos terrosos y vibrantes, equilibra tradición y modernidad sin sacrificar legibilidad. La técnica digital de trazo manual imprime autenticidad y calidez, fusionando innovación y artesanía. En su conjunto, la obra sobresale por su narrativa visual inclusiva y su habilidad para encapsular el bullicio y la emoción colectiva de Pamplona en una composición dinámica y emotiva.
Número 5. Plica 3395. Título del cartel: Hogar pamplonica
El cartel destaca por su calidad técnica y su capacidad para transmitir una escena muy reconocible para quienes vivimos las fiestas de cerca.
El uso del óleo aporta calidez y textura, y la imagen del balcón con la ropa tendida remite de forma directa a esos momentos previos al bullicio, tan propios de San Fermín. Una propuesta sencilla pero muy evocadora.
Número 6. Plica 3247. Título del cartel: Bauhaus 1919
Este cartel se recrea en un diseño conceptual y abstracto basado en la escuela alemana de diseño Bauhaus. Apuesta por un lenguaje visual. Iconográficamente, de una manera repetitiva y muy bien estructurada, representa elementos tradicionales de San Fermín, como toros, corredores, pañuelos…, creando una dimensión gráfica donde el color y la forma dan un ritmo visual al concepto.
La paleta cromática se establece en los tres colores puros que se relacionan con la fiesta: rojo, negro y blanco. La información se asienta con una tipografía clara y bien jerarquizada, que se integra al conjunto como un elemento de equilibrio y claridad en el mensaje.
Número 7. Plica 3155. Título del cartel: Yo soy Pamplona
Este cartel sobresale por su gran impacto visual y buena ejecución. La ilustración está muy trabajada, manteniendo la sencillez y una buena armonía con la composición en general.

La inclusión de Caravinagre, con su presencia tan reconocible, aporta fuerza y carácter al conjunto, conectando de forma directa con la esencia de la fiesta.
Número 8. Plica 3520. Título del cartel: Instantes
En esta propuesta, se puede identificar el bullicio característico de San Fermin; donde el día y la noche se suceden, al mismo tiempo cientos de experiencias se cruzan, en una fiesta en la que constantemente se generan miles de coincidencias curiosas.
Una imagen llena de movimiento, ritmo y fuerza, con colores y trazos intensos que desbordan los márgenes del papel, emulando la sensación abrumadora de nuestras fiestas. La apuesta por un estilo de ilustración con carácter propio, dota al cartel de un impacto, intensidad y determinación totalmente potentes. Un estilo que nos recuerda, a su vez, al cartelismo de los años 80, en los que el movimiento y la libertad del dibujo conquista el imaginario. El cartel es una reivindicación de la capacidad de convivencia y congregación que nos identifica a la fiesta.
Número 9. Plica 3514. Título del cartel: Zaldiko
El personaje popular Zaldiko adquiere el protagonismo total en este cartel. Es la pieza central en la que a su alrededor se estructura la información. Se trata de un personaje poco utilizado dentro de la cartelería, pero con un gran protagonismo dentro de la fiesta.
La ilustración tiene un estilo naíf, caracterizado por su simplicidad y aspecto ingenuo. Se utilizan formas básicas con colores planos y líneas suaves. Este tipo de dibujo transmite cierta ingenuidad y espontaneidad. La paleta de color plasma la realidad del personaje y nos refleja la fiesta. La información está organizada de una manera equilibrada en torno a la ilustración y se utiliza una tipografía más manual en línea con el estilo gráfico. Se ha dividido por bloques con muy buena legibilidad.
Número 10. Plica 3440. Título del cartel: Corre
La gran simplicidad y capacidad de síntesis, unido a una resolución formal en base a siluetas de color plano, proporcionan una imagen gráfica y contundente del encierro.
A pesar de ser masas de color delimitadas y de intencionado aspecto bidimensional, se genera un espacio en profundidad, reforzado no solo por el solapamiento de las mismas, sino por el uso del color arena como fondo. Se trata de una composición con gran fuerza visual, dinamismo y bajo nivel de iconicidad, que requiere ser reconstruida por quien la mira.