Los Sanfermines han sido elegidos como una de las festividades “más grandes” del país, según un reciente estudio llevado a cabo por El Piponazo de Grefusa, que ahora cuenta con pipas aún más grandes. La marca ha querido rendir homenaje a las personas, momentos y tradiciones más admiradas de nuestra cultura popular con motivo de su campaña para encontrar al “más grande” de España y convertirlo en un auténtico lord o lady de El Piponazo.
La reconocida fiesta pamplonesa, que anualmente congrega a millones de personas en sus calles durante los nueve días en los que se expande, se sitúa en el segundo puesto de la clasificación con un 48,6%, teniendo solo por delante a las Fallas con un 50,2%. También tienen un lugar especial la Semana Santa (47,4%), la Feria de Abril (35,7%), el Descenso del Sella (10,6%) o la Romería del Rocío (9,3%), según el citado estudio, al que han respondido multitud de usuarios.
Y si hablamos de tradiciones, las más queridas y reconocidas son algunas de las más esperadas: ir de tapas (61,1%), la tortilla de patatas (60,4%) y la siesta (53,7%) ocupan el podio. Completan el top costumbres tan arraigadas como la sobremesa (25,9%), pasar el verano en el pueblo (24,6%) o el flamenco (22,8%).
Una campaña para homenajear lo “más grande” de nuestro país
Con esta campaña, El Piponazo de Grefusa no solo ha querido saber a quién y qué admiran los españoles, sino también encontrar a los auténticos “Más Grande” del país… literalmente. ¿Cómo? Buscando a personas reales que se apelliden “Más” y “Grande” (en este orden) para hacerles un homenaje muy a lo Grefusa: convertirles en Lord o Lady del Piponazo. Una manera única de confirmar que son las pipas más sabrosas y grandes del mercado.
Según el Instituto Nacional de Estadística (INE), en España hay 22.152 personas que se apellidan ‘Mas’ y 10.671 que se apellidan ‘Grande’. Este fue el dato que hizo a Grefusa preguntarse cuántas personas podían compartir ambos apellidos y llamarse ‘Mas Grande’. Ese sería el principal objetivo de su búsqueda para homenajear la grandeza de estos individuos.
Con esta acción, la marca vuelve a hacer gala de su tono único y su sentido del humor, premiando con nobleza (y con pipas, claro) a quienes llevan la Grandeza en el apellido.