berrioplano. La posibilidad de operar de espina bífida al feto durante la gestación para reducir los efectos negativos que la malformación tendrá en el niño o niña fue el avance médico que centró ayer las jornadas informativas que la Asociación Navarra de Espina Bífida e Hidrocefalia (Anpheb) organiza anualmente y que en esta ocasión albergó el Edificio Multiusos de Berrioplano. Además, expertos sanitarios explicaron cuáles son los principales trastornos que esta dolencia provoca en la población infantil y presentaron una campaña educativa escolar dirigida a facilitar la integración en las aulas de los enfermos.

La 13ª edición de estos encuentros se centró en explicar las nuevas vías de investigación científica sobre intervención quirúrgica para combatir esta malformación en la columna vertebral que afecta a todo el sistema nervioso y que, según cálculos de la Anpheb, sufren unas 200 personas en la Comunidad Foral. El cirujano pediátrico del Hospital Virgen del Camino de Pamplona, Alberto Pérez Martínez, explicó que la espina bífica aparece "en la tercera o cuarta semana de gestación", por lo que la única solución para combatirla a partir de ese momento es "operar cuanto antes". Así, sólo queda la opción de adelantar el parto o la nueva posibilidad que se abre ahora: intervenir dentro del útero. Siguiendo las investigaciones del doctor José Luis Peiró del Hospital Vall D"Hebron de Barcelona, cuyo equipo se encuentra "a la vanguardia" en este tipo de avances, el doctor Pérez explicó las características de la operación. "Se anestesia a la madre y al feto, se abre el abdomen de y existen dos posibilidades: realizarlo mediante endoscopia, es decir, con instrumental que atraviesa la pared del útero, o abriendo éste, para sacar la parte del feto que está afectada y repararla", detalló.

Sin embargo, las intervenciones de este tipo que se han llevado a cabo hasta el momento se han realizado atendiendo al primer procedimiento. El próximo avance en este sentido será operar mediante fetoscopia de manera que la cirugía resulte "menos agresiva" para la mujer y se reduzcan así las posibilidades de sufrir un parto prematuro, principal riesgo de la operación.

Por el momento, no se ha realizado ninguna intervención de este tipo en los centros hospitalarios navarros. Según señaló Pérez, este hecho se debe a la falta de pacientes y no de medios técnicos. "Hace nueve años que no nace un niño con espina bífida en Navarra, ya que las madres abortan", afirmó. Por eso no se ha desarrollado este tipo de cirugía fetal, que se trata de una intervención que "no requiere de una tecnología muy avanzada aunque sí es necesario un equipo de especialistas con experiencia".

En cualquier caso, la enfermedad puede prevenirse tomando elevadas dosis de ácido fólico durante la gestación (carnes, espinacas, frutos secos) aunque esto "no garantiza" que se vaya a evitar en todos los casos, advirtió Pérez.

campaña en las aulas A pesar de las intervenciones médicas, los afectados por espina bífida suelen requerir de muletas o algún tipo de apoyo para caminar, empleando en algunos casos una silla de ruedas. A estos condicionantes físicos se unen en el niño otros psicológicos derivados de la dolencia, entre los cuales la psicóloga de Anpheb, Arantza Martín del Río, destacó la "apatía y la pasividad", la "ansiedad", la "baja autoestima" y "el aislamiento y poca participación social".

Para facilitar la integración en las escuelas de los alumnos con espina bífida y contribuir al desarrollo del menor afectado, la psicopedagoga de Anpheb, Idoia Erro Moreno, presentó ayer la campaña, impulsada desde la Federación Española de Asociaciones de Espina Bífida, que promoverán en centros de Pamplona.

Erro explicó que desde hace tiempo percibían la necesidad de "implicar a la comunidad educativa" en la integración de los niños con espina bífida debido a que la "escuela es el lugar de socialización y es ahí donde hay que trabajar". Así, harán llegar a 70 centros de la capital navarra los libros Los zapatos de Marta (para Primaria) y Pepe Lino y sus colegas (para Secundaria), con el objetivo de fomentar la "integración" y el "respeto", no sólo hacia los afectados por esta dolencia, sino hacia "todas las discapacidades".

La campaña se centrará en formar al personal docente "desde el programa de apoyo educativo y también en los aspectos emocionales". "Las generaciones anteriores no han tenido la posibilidad de convivir en las aulas con niños con una discapacidad y ahora sí la tienen. Queremos que aprendan a aprovecharlo como algo positivo", concluyó Erro.