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"La indiferencia de tu pareja o de tu familia es lo que más duele"

Los problemas son pequeños o grandes no por su tamaño sino por cómo los vive cada persona. La mayoría son "dramas menores". La indiferencia es lo que más duele, hay pudor a confesar lo íntimo, se habla de lo superficial y no de personas o de sentimientos, admite el coordindador del TE

"La indiferencia de tu pareja o de tu familia es lo que más duele"

pamplona. ¿Confiamos en la voz de un desconocido porque nos cuesta abrirnos a los que tenemos cerca?

No es cuestión de ser cerrados, es cuestión de formación. Si una persona está sin cultivar por dentro, le cuesta mucho contar sus cosas, mostrar lo que es. No tiene ninguna educación emocional. En cambio, si ha hecho lecturas, se ha cultivado y ha tenido conversaciones jugosas con gente, tiene mucho que transmitir. Se ha enriquecido, ha experimentado eso que ha leído o oído, lo ha trabajado, ha intentado mejorar, ha ayudado a otros...ahí ya tienes dentro mucha calidad y, si tienes dentro cosas, puedes dar... Es importante vivenciar cosas y ser consciente para hablar de lo propio, que cuesta.

¿Hay muchas vidas vacías bloqueadas por pequeños problemas?

Si una señora le toca hacer la escalera de su portal una vez al mes y la anterior no lo ha hecho porque se ha ido a Canarias, y encima ha pasado un perrito y se ha meado, imagínate qué drama hace es mujer mayor que no tiene nada qué hacer. Igual tapa el hecho de que tenga siete hijos por el mundo y no le llamen. Es Navidad, abre el buzón y no encuentra cartas de sus hijos, y tiene siete. Y no le llaman... Puede ser que en el fondo sea una mujer muy autoritaria...no se habla con nadie... Al final es muy importante la confrontación, ponerle enfrente a la persona que se lamenta un espejo para reflejarse. La gente piensa que nunca tiene la culpa y muchas veces la responsabilidad está en nosotros...

¿El roce humano es lo que causa la mayor angustia?

Más que el roce, lo que suele doler es la ausencia de ese roce. Una bronca con el marido porque se ha dejado la fregona en el pasillo la tiene cualquiera, el problema es cuando no hay ni conversación y estás comiendo con alguien que sólo mira la tele. Cuando no te ha dicho nunca qué guapa estás o vamos a tomar un café... La indiferencia es lo que más duele. Y la barrera de la incomunicación se hace más gruesa con la edad.

¿La gente que está realmente sola no llama al TE?

La persona que está sola porque no encuentra, aunque busca compañía -solteros y solteras- no suele llamar, porque no se atreve. Luego hay llamadas muy curiosas. Desde un señor mayor que estaba muy borracho y alardeaba de sus múltiples relaciones con prostitutas hasta alguna persona que se hace pasar por personalidades diferentes en cada llamada y te cuenta historias distintas....

¿En los temas afectivo-sexuales hay más pudor a la hora de hablar?

También. No me toca. No le gusto... O estar durmiendo con un hombre o una mujer tantos años y no pasar nada de nada no es fácil....

¿Son muchos matrimonios así?

Más de los que creemos sí. Es como si tienes geranios y nunca los riegas o los miras. Y en eso quienes son más valientes y llaman son las mujeres. Y te recuerdan que su pareja ronca y huele mal... Los hombres no porque además buscan otros desahogos que no los explicitan. No llaman para decir que se han ido de putas, y aquí nadie hace nada pero, según la opinión de Javier Urra, amigo del TE, cada 14 kilómetros hay en nuestras carreteras un puticlub...

¿Tenemos muchos amigos pero la relación con ellos es superficial?

Porque nos da mucho pudor confesar nuestras intimidades. Se habla de cosas pero no se desciende a hablar de las personas. La expresión"yo siento que..." no aparece. La mamá, hasta arriba de que el hijo adolescente deje las deportivas tiradas en el momento de la fotonovela, le dice que está hasta el moño, y el hijo da un portazo... es lo que hay. Fíjate qué ocasión tiene esa mamá para lanzar otro mensaje: "cada vez que lo haces siento que no me tienes en cuenta ni me valoras y me gustaría que a partir de hoy cambiaras... y si no...". El dedo acusador provoca rechazo. Si yo me siento como madre infravalorada es un sentimiento propio y el hijo tiene que entenderlo... Por eso es importante que esa conversación sincera se haga mirando a los ojos...