pamplona. El Ayuntamiento de Salou ha decidido sancionar a partir de agosto a quienes vayan sin camiseta por la calle. Una ordenanza aprobada por el Ayuntamiento de esta localidad tarraconense prohibirá vestir ligero de ropa, con el torso desnudo o en bikini, excepto en la playa o en la zona del paseo marítimo a partir de la primera o segunda semana de agosto.

La ordenanza de civismo aprobada por amplía mayoría pretende imponer multas de entre 100 y 300 euros a aquellos que vistan o tengan un comportamiento "indecoroso" por las calles. Así, está prohibido por ejemplo, practicar sexo en la playa o ir por la calle sin camiseta o en bañador, un comportamiento considerado por las autoridades locales como de mal gusto y perjudicial para la imagen turística de la localidad. "Queremos velar por la buena imagen del municipio", ha indicado el alcalde, Pere Granados (FUPS).

Quienes incumplan las nuevas normas de conducta pueden ser sancionados con multas de 100 a 300 euros, aunque el Ayuntamiento ha decidido comenzar con una campaña meramente informativa.

primeras advertencias La policía local advierte ya a los infractores aunque todavía no multa, de momento se limita a explicar que si bien es normal pasear con bañador o bikini por las playas, la piscina del hotel o el paseo marítimo, está prohibido circular sin camiseta por el casco antiguo, el núcleo urbano del interior del municipio o el mercado municipal.

De forma paralela, el Ayuntamiento ha preparado una campaña para explicar y divulgar la nueva ordenanza de civismo de forma más amplia. En ella se especifica que la voluntad del gobierno municipal no es una voluntad represora ni sancionadora. "La nueva ordenanza de civismo quiere ser sobre todo preventiva", ha destacado Alberto del Hierro, concejal de Seguridad ciudadana y Turismo.

La localidad pionera en reglametar el decoro fue Sitges, que desde 2006 recomienda a sus turistas pasear de forma adecuada.

La nueva ordenanza de Salou llega tres meses después de la polémica suscitada por el Saloufests por el que llegaron hasta esta localidad de la Costa Daurada varios cientos de estudiantes ingleses atraídos por las promociones low cost de fiesta y borrachera. Sin embargo, fuente municipales han asegurado que se empezó a pensar en la nueva regulación en 2004, cuando el jefe de la policía local informó al Consistorio de la necesidad de disponer de una normativa sancionadora, con una base legal sólida, que ayudara a ordenar la vía pública.