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El geocaching llega a Navarra

El geocaching, una práctica muy extendida a nivel mundial pero poco conocida en la Comunidad Foral, comienza a hacerse notar con la primera quedada de geocachers, que tendrá lugar el próximo 25 de septiembre, en la Selva de Irati.

El geocaching llega a Navarra

lOS verás tanto en lo más recóndito de la montaña como en el centro de la ciudad. Pueden ir en familias o en solitarios. Su edad, cualquiera. Lo que les destaca es que están de aquí para allá, GPS en mano, buscando ansiosamente algo.

Son los "geocachers", unos buscadores de tesoros repartidos por todo el mundo que, cada vez más, se abren hueco en Navarra. Este fenómeno mundial comenzó cuando en 2000, los Estados Unidos abrieron los satélites, muy precisos, que utilizaban los militares y que permitían localizar un punto concreto con muy poco margen de error.

Fermín Yuba, pamplonés de 36 años, es uno de esos geocachers que comparte afición con su mujer, Adela, y su hijo Jon, de 31 y 8 años, respectivamente. Yuba explica: "El geocaching es una especie de gynkana que se realiza por distintos sitios. Te dan una serie de coordenadas, muy precisas, y con el GPS vas buscando el lugar exacto en el que se encuentra el caché, es decir, el tesoro que quieres encontrar. Es una manera muy divertida de pasar el día con tu familia, amigos o en soledad, a la vez que conoces sitios muy bonitos que, de otro modo no lo harías. Es una práctica que aúna afición, deporte y cultura".

Fermín y Adela son el equipo Nervis&Trule, y su hijo Jon es Ulrich 7, cada uno con su número de identificación. Ellos tienen su propio status o perfil en la página web de Geocaching (www.geocaching.com, www.todogeocaching.com o www.geocachingspain.com). De este modo, pueden participar de esta aventura, encontrar cachés y esconderlos, e ir ampliando su historial con las actividades que vayan realizando, mientras avanzan en el ránking. Y es que éstas son las dos herramientas básicas del geocaching: Internet y un GPS. Lo siguiente es buscar en el mapa de Geocaching si hay algún caché escondido (en el mapa suelen aparecer en forma de cajitas verdes: te informan de las características del lugar y las coordinadas a seguir para encontrar el tesoro) cerca de la zona donde nos encontramos, sea campo o ciudad, y ponernos manos a la obra. Siempre se indica el nivel de dificultad que tiene la búsqueda del tesoro, por lo que nosotros podemos decidir cuál hacer, en función de nuestra preparación y posibilidades, ya que puede tratarse de buscar algo en el centro de la ciudad o precisar material de escalada o de submarinismo para ello.

Esos tesoros siempre son unos contenedores, de diferentes formas (puede ser desde un tupper hasta un pequeño imán o una piedra falsa hueca), donde se guardan en su interior pequeños objetos (desde un lápiz hasta un mp3). Y siempre hay en su interior una libreta para firmar que se ha encontrado ese objeto. La gracia está en que, aquellos que encuentren el tesoro, hagan un intercambio justo y extraigan un objeto por otro de igual valor, o simplemente lo vuelvan a dejar donde estaba y firmen en la libreta, comentando qué les ha parecido la prueba y el lugar. "Si coges algo, deja algo", afirma Yuba. Normalmente, quien esconde un tesoro elige un determinado lugar, "bien porque sea significativo para él o bien porque es un paisaje bonito que quieren compartir con otras personas", explica la joven pareja. Posteriormente, también dejan constancia de ello en Internet.

Como explica Yureba: "No se trata de dejar cualquier cosa en cualquier sitio". Hay que hacerlo siguiendo una serie de normas y luego, "la ubicación del contenedor que se ha escondido, se publica en Internet con las coordenadas geográficas, para que otros lo busquen utilizando el GPS", comenta el geocacher.

La familia, que lleva casi dos años en el mundo del geocaching, conoció esta práctica por casualidad: "Somos muy montañeros, y un día, al comprar un GPS, descubrí que en una de las opciones ponía "geocaching". Nos picó la curiosidad, comenzamos a investigar, y aquí estamos: es algo que engancha, crea adicción", asegura Adela.

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La primera quedada en Navarra, en la Selva de Irati

Desde París hasta Australia, los geocachers suelen hacer quedadas para reunirse y practicar su hobby favorito. En Navarra, sin embargo, debido a que ésta afición todavía no está muy extendida, nunca se había realizado una. Sin embargo, Nervis&Trule han querido dar a conocer los parajes de la Comunidad Foral, en concreto de la Selva de Irati, y han organizado una quedada para el día 25 de septiembre, con la ayuda de Reyno gourmet, Turismo de Navarray el valle de Aezkoa.

La jornada comenzará a las diez de la mañana con la presentación y la entrega del material. Además, se preparará un almuerzo con txistorra. La idea es pasar la mañana recorriendo el perímetro del embalse, que son unos 12 Km, disfrutando de la naturaleza en estado puro. Durante el recorrido, los participantes podrán poner a prueba sus habilidades en la búsqueda de cachés. Posteriormente, tendrá lugar la comida (picnic), con sorteos y regalos. Por último, se realizará una visita por el pueblo de Orbaitzeta y su antigua fabrica. Aquél que quiera puede participar en el acto, apuntándose previamente en la página web.