pamplona. "¿Quién me iba a decir que a los 22 años mi vida iba a ser solitaria y sin rumbo? Nadie". Esta pregunta, escrita en una cuartilla con una caligrafía picuda y esmerada, la lanzó Ion, uno de los usuarios del Servicio de Atención a Personas sin Hogar de Pamplona que acaba de trasladarse a Trinitarios, en un blog llamado Bajo un cielo abierto. El blog es una actividad que nació el pasado mes de octubre en dicho centro, por iniciativa de uno de los dos voluntarios que trabajan allí, Luis Tarrafeta, quien comentó que está concebido con una "finalidad terapéutica", para que los residentes plasmen en él su historia y, de este modo, la "reconstruyan". "Todos tienen muchísimo que contar, y son un colectivo que despierta mucha curiosidad; la gente, cuando los ve por la calle, se pregunta cómo han llegado a esa situación, y un blog me pareció un medio cómodo para que las dos partes se conozcan", explicó Tarrafeta. El coordinador del centro, Rubén Unanua, aseguró que la pretensión del blog es "hacer visibles de forma positiva a estas personas, a las que siempre se contempla desde la perspectiva más estigmatizante", y sostuvo que este "canal de comunicación" ayuda a los usuarios en "temas de autoestima" porque "se sienten escuchados". El comienzo fue poco alentador, ya que, según Tarrafeta, "son un grupo con una motivación muy baja, muy poco incentivados", y, de las veinte personas del centro a las que se dirige la bitácora, es decir, los que se encuadran en la tipología de los empadronados en Pamplona, que tienen derecho a quedarse en el centro seis meses, sólo cinco "mostraron interés". Unanua ha apuntado que "al principio no lo veían claro" debido a que "son personas que han recibido muchos palos, y lo nuevo puede llegar a asustarles". "Las primeras semanas fueron desesperantes", reconoce Tarrafeta, quien trató que "desde el primer momento, hicieran suyo el blog, pero que "cambió radicalmente" cuando un trabajador decidió "azuzar" a los usuarios "por la vía del pique". "¿Qué le diríais al camarero que os echó de un bar porque estabais sucios?". Este argumento bastó para que se suscitara una reacción "más visceral" y para que Ion "recogiera el guante", convirtiéndose en el primero que empuñó la pluma. De esto hace un mes, tiempo que ha servido para que, con una regularidad aproximada de una semana, "para no atosigar", se publiquen unas cuantas entradas en el blog, en las que Ion y otra mujer, los únicos que, de momento, se han atrevido, narran sus duras experiencias.
De Ion se han publicado las fotografías de las cuartillas de cuadrícula manuscritas en las que ha recogido su vida pasada y presente, decisión que obedece a que "verlas da mucha información sobre la persona que hay detrás: que estén tan ordenadas, que la letra sea tan buena, que no haya apenas faltas de ortografía...", recalca Tarrafeta. Una semana después de la publicación del "sobrecogedor" caso de Ion: hasta las ochenta visitas. "Se sintió muy agradecido de ver que la gente estaba interesada, e incluso contestó a algún comentario que le habían dejado, y lo positivo de esto es que hay personas en su situación que dicen: ojalá que tu hijo acabe como yo, en cambio él dijo que contaba su experiencia precisamente para lo contrario, para que nadie acabe como él". Este interés por las vivencias de los "sin techo" se ha difundido, según Tarrafeta, por el "boca-oreja", pero ha cundido en ámbitos muy diversos, que suman unas cien visitas en cada entrada.