NO toda la ropa que recoge Traperos de Emaús de la basura y de hogares se aprovecha para su venta, pero sí se puede reutilizar. Hay mucho material que después de ser recogido, separado, clasificado, limpio y reparado, no se puede comercializar en puntos de venta. Al amparo de las convocatorias de ayudas del 0,7% para Otros Fines Sociales se impulsó el año pasado un proyecto que se ha consolidado y fomentado la creación de al menos cinco nuevos puestos de trabajo mediante la confección de trapos de limpieza para uso industrial. La iniciativa arrancó con la formación de ocho personas desempleadas, perceptoras de renta básica, y con resultados "muy positivos". "Hemos conseguido reutilizar mucho material que tirábamos al vertedero y sin otra vía que no sea la elaboración de trapos. Además, el proyecto se ha insertado dentro de la estructura de traperos de manera totalmente autónoma", remarca. Para este programa recibieron el año pasado un total de 90.281 euros. Una segunda subvención de 58.291 euros fue destinada a financiar actividades formativas de la comunidad de Belzunce, perteneciente a la Fundación, y donde residen un total de 32 personas de 18 nacionalidades, la mayoría en situación de exclusión social. "Una parte pequeña del presupuesto de la comunidad se financió a cargo de esta partida. Hay que tener en cuenta que la mitad del sueldo que reciben las personas que allí residen lo entregan a la comunidad dentro de su filosofía de vida", observa.
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