75 años del Vázquez de Mella
el único centro integrado de música de navarra estrenó sus aulas dos meses después de estallar la guerra civil
son muy pocos los colegios públicos que pueden contar a sus alumnos que las aulas donde estudian han cumplido nada más y nada menos que 75 años. El CP Vázquez de Mella, situado en la calle Teobaldos del Ensanche, tiene ese honor. Miles de pamploneses y pamplonesas han estudiado en este centro que, tras fusionarse con el colegio público Blanca de Navarra en 1992, se convirtió en el único colegio integrado de música de la Comunidad Foral y uno de los cuatro del Estado. La música es, sin duda, su sello de identidad. Los escolares reciben una amplia formación tanto en lenguaje musical como instrumental y, cuando finalizan la Educación Primaria (11-12 años), pueden presumir de tener un nivel de grado elemental en el instrumento que han estudiado desde 2º de Primaria (7-8 años).
La construcción del CP Vázquez de Mella, obra del arquitecto Serapio Esparza San Julián (seguidor de la Escuela Eusa), comenzó en 1934. Sin embargo, no fue hasta septiembre de 1936, dos meses después del estallido de la guerra civil, cuando los primeros escolares inauguraron las aulas. Durante las primeras décadas, el centro estuvo separado en dos zonas diferenciadas, una donde estudiaban las niñas y otra donde lo hacían los niños. "Pero el edificio está prácticamente igual, la distribución apenas ha cambiado. El colegio pertenece al ayuntamiento de Pamplona y su fachada y rampas tiene una protección de grado dos, es decir, no se puede modificar", explica la directora del colegio Maribel Jiménez, que añade que "en los últimos años se han realizado mejoras en las ventanas, se pintaron la valla interior y la fachada... pero las dos grandes modificaciones fueron la construcción del gimnasio en 1986 y la cubierta del patio inaugurada en febrero".
La planificación del II Ensanche obligó a construir el colegio Vázquez de Mella, que recibió el nombre del político asturiano que fue diputado en el Congreso por los distritos de Aoiz, Estella y Pamplona entre 1893 y 1916 y fundó el Partido Católico Tradicionalista. En aquel momento, en el ámbito municipal, solo existían las escuelas San Francisco y posteriormente se construyeron las escuelas de la calle Compañía y las del Alcázar, después denominadas Blanca de Navarra. En el centro se matriculaban alumnos que residían en el Casco Viejo y el Ensanche.
El descenso de matrícula en el colegio Blanca de Navarra obligó al consistorio pamplonés a fusionarlo con Vázquez de Mella en el año 1992. "Tanto el alumnado como el profesorado se trasladó a este colegio, que heredó la modalidad de centro integrado de música que tenía el desaparecido", explica Jiménez.
sello de identidad
Imparten estudios musicales de Grado Elemental
Tras la fusión, la música se convirtió en el sello de identidad. Todos los escolares, desde 1º de Infantil hasta 6º de Primaria, tienen dos horas de Lenguaje Musical mientras que el resto de centros sólo reciben una hora en Primaria y ninguna en Infantil. Asimismo, a partir de 2º de Primaria eligen un instrumento entre los siguientes: violín, acordeón, flauta travesera, guitarra, piano, clarinete y violonchelo. "Se les da la opción de elegir tres instrumentos y deben decir también el que no les gusta nada. En función de las plazas les adjudicamos el instrumento con el que deben seguir hasta 6 de Primaria. La mayoría toca el que le gusta", explica Mercedes Armendáriz, jefa de estudios y profesora de piano.
Conforme avanzan los cursos, los alumnos van recibiendo más formación musical. En 2º de Primaria, a las dos horas de Lenguaje Musical, se le suman una sesión colectiva de instrumento y entre 3º y 6º de Primaria reciben otra hora de taller instrumental. Todas estas horas están dentro de la jornada lectiva. Pero la formación musical se extiende al horario extraescolar. Los alumnos de 5º y 6º de Primaria reciben otra segunda sesión de taller instrumental y aquellos que tienen buen rendimiento estudian otras dos horas más: una de apoyo al instrumento y otra de apoyo al lenguaje musical.
De esta forma, cuando terminan 6º de Primaria, los alumnos pueden alcanzar un nivel de grado elemental. "De todas las promociones salen alumnos que se presentan para hacer la prueba de acceso al conservatorio para realizar un grado medio. Otros, porque no tienen el nivel o porque no quieren, siguen en las escuelas municipales", explica Armendáriz, que lamenta que el centro no sea muy conocido. "Hay muchos chavales que no les cogen en la escuela Joaquín Maya y que si vinieran aquí a estudiar podrían salir con el grado elemental", afirma la jefa de estudios. También lamentan la ausencia de un instituto que de dé continuidad a esta formación integrada de música. "Lo hemos solicitado pero todavía no se ha podido hacer. Nuestros alumnos van al IES Plaza de la Cruz donde al menos ahora hay Bachillerato de Artes Escénicas, Música y Danza", explica.
Para poder ofrecer esta formación musical tan exquisita, nueve de los 39 profesores del CP Vázquez de Mella tienen Magisterio Musical y el grado medio de instrumento (Plan de Estudios de 1966) o el grado superior (LOGSE). "Ajustamos y compatibilizamos los horarios. Por ejemplo, de 3º a 6º en Plástica van saliendo en grupos para clase de instrumento", explica la directora, que añade que tienen tres fórmulas para el uso de instrumentos. "Algunas familias lo compran, otras alquilan los que tenemos en el centro a un precio muy asequible y un tercer grupo acude por las tardes para ensayar".
adaptado a los nuevos tiempos
El centro tiene cocina propia para sus 310 alumnos
La mayoría del alumnado actual (310) reside en el Casco Viejo y el Ensanche. Son familias que apuestan por la enseñanza pública y la cercanía. Otras, además, lo eligen por su formación musical. "Tenemos transporte gratuito a Mendillorri, Soto de Lezkairu y Sarriguren", señala Jiménez. Asimismo, en este colegio están escolarizados un buen número de alumnos nacidos en Pamplona pero cuyos padres son extranjeros. Una realidad intercultural que se tiene en cuenta a la hora de elaborar las comidas en uno de los pocos centros que tiene cocina propia. "Más del 80% se queda al comedor y tenemos dos cocineras que hacen una comida casera. Tienen muy buena mano", afirma Jiménez, que añade que "ya en los 50 había comedor y fue uno de los primeros centros que tuvo maternal".
A lo largo de su historia, este mítico colegio ha formado a más de 15.000 pamploneses, entre ellos según recuerda Jiménez, "los hijos del pintor Eslava, del músico Turrillas, del psicólogo Garrido, un exjugador del Athletic que se apellidaba Astráin...". Se han ido adaptando a las nuevas necesidades, a través de las metodologías novedosas y las nuevas tecnologías. Y sobre todo gracias a la implicación del profesorado y las familias. Esta claro que hay cuerda para otros 75 años más.
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