pamplona. Parte de la base de que la masculinidad es un derecho que se otorga de nacimiento al hombre y que lleva aparejados unos "privilegios legitimados socialmente" como parte de una cultura de "dominio" donde las mujeres están disponibles para satisfacer sus propios "deseos y necesidades", sobre las que existe una superioridad moral, y de las que esperan una relación complementaria: "el reposo del guerrero, alimentador del ego, curadora de heridas...". Y si esto no cambia, no hay cambio.

Tenemos esa idea de que para avanzar hacia la igualdad el hombre tiene que desarrollar el mundo de los afectos, los sentimientos... Usted mantiene que el mundo de las emociones no es garantía de igualdad.

En todo el trabajo que hay sobre nuevas masculinidades y de hombres por el cambio se está teniendo en cuenta la modificación de ciertos aspectos de la masculinidad que, en realidad, apuntan a ser mejor persona, menos diferente de lo femenino, más cuidadoso de sí mismo, no ser tan duro... No es suficiente. Ser sensible a lo mío no necesariamente lo es para las necesidades de la otra persona. Cuando los hombres se manifiestan diferentes a otros hombres enganchan a más mujeres. Ante un tío afectuoso, diferente a los que pegan, la chica se siente atraída. Pero creo que este modelo del hombre emocional es peligrosísimo porque hace creer a las mujeres que son más igualitarios. Y no es así, pueden serlo o no. Es decir, ser más sensible a lo propio no garantiza que yo sea más sensible a tus necesidades.

¿Quiere decir que el hombre pretende cambiar su imagen pero sin renunciar a cuestiones esenciales?

En general, le sirve para ampliar el horizonte de desarrollo personal, lo que está bien, pero no tiene que ver con romper desigualdades. Algunas chicas dicen que hay chicos que no forman parte del modelo masculino tradicional, que no son procreadores, protectores ni proveedores... porque ellas trabajan. Pero también se quejan de que no saben ni clavar un clavo, y si ella se tiene que defender se ponen detrás y no delante... tocan instrumentos, son sensibles, afectuosos, pero en la práctica no hacen nada, son gorrones. Y se cansan de ellos porque no aportan nada...

Existe un movimiento de protesta que está creciendo (La Marcha de las Putas) y nació en Canadá como reacción a un policía de Toronto que dijo en un seminario que "las mujeres deben evitar vestirse como putas para no ser víctimas de la violencia sexual". ¿Qué opina?

Hay un grupo de mujeres que están reclamando su derecho a vestirse como quieran. Cuando hay algún tipo de avances los hombres reclamamos inmediatamente, ¿quién eres tú para decirme que yo me baje a hacer las tareas domésticas? Es mucho más fácil decir que eres una mentirosa, una malévola... Esto ya pasó hace quince años en Estados Unidos ante un movimiento feminista, entonces aparecieron los hombres reactivos al cambio... Y se preguntaban: ¿cómo es posible que mi mujer me saque a los hijos?

Hay un nuevo discurso reaccionario contra la igualdad porque la mujer ha abandonado a la familia, su rol...

Cuando se acusa a la mujeres de que están rompiendo la familia es cierto, pero en el sentido de que están rompiendo el modelo tradicional de familia, de cuando no hay democracia entre pares...

¿Qué le parece el consumo de prostitución en el ocio entre jóvenes?

El consumo de prostitución ha aumentado en los chicos porque es un recurso fácil. Con la chica hay que gastar algunas palabras para conquistarla... con una prostituta no. Es una prueba de cómo los hombres cuando las mujeres avanzan tenemos un montón de estrategias para detener ese avance. Es lo que está pasando. En la medida en que muchas mujeres están tomando conciencia de su necesidad de empoderarse y, en realidad, hay hombres que no les sirven para una relación entre iguales, se separan. Y esos tíos empiezan a encontrar chicas rusas, polacas o dominicanas que son mujeres más sometidas al modelo tradicional, y esto es un peligro. Siempre hay mujeres sumisas por el mundo.

¿El caso es tener siempre pareja?

Yo creo que quizás hay que desmitificar el modelo de que uno se realiza en pareja. Muchas mujeres se crean ilusión respecto a los hombres porque ya encontraré mi príncipe azul o ya cambiaré al que tengo... en realidad los hombres cambiamos poco. Y lo que es cierto es que, cuando uno va encontrando a mujeres empoderadas, que no comienzan a sentir como una carga vivir solas, eso cambia la perspectiva vital.

¿Le cuesta aceptar esa nueva mujer?

Porque es perder un lugar central. Si hay alguna posibilidad de cambio en los hombres pasa porque las mujeres no nos cuiden, pasa por la confrontación. No te tolero esto, si quieres estar conmigo, cambia, y si no fuera. De hecho, de los hombres que se acercan a programas de tratamiento de maltratadores por cuenta propia, el 99% lo hace cuando la pareja le dice basta ya. El poner límites...

¿Hacia dónde vamos?

Creo que es un avance lento pero hacia delante; el mayor peligro es creer que hemos avanzado mucho. Es como cuando tomamos como ejemplo de discriminación a una mujer con burka y no vemos otras modas... En Madrid, la moda actual de las chicas es vestirse tipo prostituta, muy pintada, marcada, taconazo, tetas medio al aire... Eso es peor que el burka, no deja de ser el cuerpo como objeto de deseo, de la mirada de los hombres.

¿Y los adolescentes cómo vienen?

Salió hace unos días un informe estatal donde se ve que hay un porcentaje importante de chicos y de chicas que, por ejemplo, toman como natural la violencia reactiva. Si tú me pegas, yo te pego: justificar la violencia si es para defenderse. Siguen negando el maltrato emocional, hay más conciencia de la violencia física, y las chicas están mucho más concienciadas. También algunas chicas están avanzando copiando lo peor del modelo masculino; en la agresividad, en la lucha por el éxito...

¿Es que no le puede gustar el poder?

Yo creo que habría que repensar cuando se dice que las mujeres tienen poco apego al poder o que no están en altos cargos, hasta qué punto tienen poco apego al poder o poco apego a ese modelo de poder de los hombres a costa de sacrificar el resto de su vida.

A veces el factor de deseo y atracción tiene que ver con esa diferencia entre sexos; ¿puede ser un engaño?

Yo creo que la gente muchas veces se une por lo diferente pero permanece por lo semejante. La diferencia a veces puede atraer, pero lo que te permite continuar es la semejanza. Para crear vínculos reales. Si uno es igualitario y el otro no, no hay posibilidad de acuerdo.