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La familia Losa Ocáriz busca un bebé robado que no ha aparecido en el panteón

rebeca, octava de diez hijos, nació en 1977 en san sebastián y dijeron a sus padres que murióEl fiscal superior de Justicia de la CAV, Juan Calparsoro, considera "evidente" que ha habido "un hecho penal"

La familia Losa Ocáriz busca un bebé robado que no ha aparecido en el panteónGorka Estrada

pamplona. Así lo apuntó ayer Cecilia Losa Ocáriz, miembro de una familia numerosa de San Sebastián, con origen pamplonés, que ha vivido con la incertidumbre de desconocer el paradero de Rebeca, la octava hija de esta familia de diez vástagos, uno de los cuales es concejal de UPN de Bera. Rebeca nació en 1977 en la capital donostiarra, donde residen los padres y la mayoría de los hermanos y hermanas, y donde les dijeron que, aunque había nacido totalmente sana, había fallecido a los pocos días de nacer. Nunca lo creyeron y siempre les ha rondado la duda por la cabeza.

La familia inició las pesquisas el año pasado en San Sebastián, donde la pasada semana se procedió a abrir el panteón que la familia tiene en el cementerio de Polloe. Allí, los técnicos judiciales comprobaron que dentro del pequeño ataúd que en 1977 les mostraron no ha habido nunca un cuerpo, no había restos biológicos. El fiscal superior de Justicia de la CAV, Juan Calparsoro, considera "evidente" que ha habido "un hecho penal" en este caso.

La familia Losa Ocáriz, que denunció en abril del pasado año su caso, esperaba que la desaparición de Rebeca, aun siendo real, tuviera su origen en un error burocrático, pero las pruebas han demostrado que sus sospechas eran ciertas. Su hija y hermana fue presuntamente robada y puede ser una de las afectadas de las adopciones irregulares que se vienen denunciando. Ahora se abre un duro proceso en el que la familia trata de encontrar a Rebeca.

Parto irregular Mercedes Ocáriz, de 72 años, hija de un matrimonio de Pamplona, dio a luz a una niña el 3 de julio de 1977 en un parto plagado de irregularidades, que no se atrevió a denunciar hasta abril del año pasado. "Fue una hija la que, a raíz de todos los casos que habían salido en la tele, vino a preguntarme por los documentos de su hermana. Entonces nos dimos cuenta de que no teníamos ningún papel. En cuanto denunciamos, el fiscal cogió el caso; fue un proceso rapidísimo", recordó. Aunque hasta 2011 Mercedes no puso en conocimiento de la justicia su caso, siempre tuvo la sospecha de que aquel parto no había sido como los demás. "Yo había tenido ya siete hijos y siempre me había llevado el mismo ginecólogo en la Clínica Martín Santos de Donostia". "Este parto no fue normal. Ingresé en la clínica y de repente me pusieron una inyección para parar el parto. Al día siguiente, cuando se marcharon mis hijos, que habían venido a visitarme porque era domingo, me volvieron a poner otra inyección que me provocó el parto de inmediato. Además, en los partos anteriores me habían atendido, además del médico, una comadrona y un ayudante de quirófano. Esta vez estábamos solos el médico y yo", describió.

Le dijeron que el bebé había empeorado y que lo trasladaban al Hospital Arantzazu, donde supuestamente falleció. Estas son solo algunas de las irregularidades que, asegura, tuvieron lugar en aquel alumbramiento. "Además, ningún papel concuerda. En ningún sitio sale que yo estuve ingresada y la hora de la muerte de la niña es diferente de unos papeles a otros", apuntó la madre. Por ello, Mercedes busca ahora descubrir qué fue en realidad de aquella niña. "Yo no estoy aquí por venganza sino porque quiero saber la verdad. Si tengo una hija que está por la calle, quiero saber quién la ha educado, quién la ha criado y qué nivel de vida ha tenido. Que sepa que no está sola, que su familia no la abandonó, que tiene otros nueve hermanos".

proceso de búsqueda "Ahora mismo lo principal es encontrar a Rebeca. Queremos difundir lo máximo posible nuestra historia para ver si podemos localizarla. El verbo no es poder localizarla sino localizarla, porque vamos a encontrar a nuestra hermana", señaló días atrás Cecilia, hermana de Rebeca. Insiste en que la familia no parará hasta dar con su paradero. "Somos muchos y muy jóvenes, así que tenemos toda la vida por delante".

Sin embargo, en el deseo de esta familia se cruza el más que posible desconocimiento de la afectada. "Para nosotros lo fundamental es encontrarla, aunque algo tendrá que decir ella también", apunta Cecilia. "Estamos hablando de personas adultas que tienen su vida y puede que se dé el caso de que ella no sepa que se le está buscando. El abanico es muy amplio y tenemos que ver qué hacemos. Pero tenemos muchas ganas de conocerla", afirma.

Además de buscar a Rebeca, la familia va a abrir otra línea de actuación para que se depuren responsabilidades. No en vano, denunciaron que, aunque el ginecólogo ya falleció, hay facultativos que firmaron en los documentos que maneja la familia que siguen vivos y algunos, incluso, siguen ejerciendo. "Tenemos una línea judicial abierta con nuestro abogado y vamos a exigir responsabilidades a quien corresponda. Hay informes, firmas e instituciones que dieron cobertura a estas personas y tienen que pagarlo", declaró Cecilia.

A pesar del varapalo que supuso la noticia de que en el panteón no está su hermana, Cecilia se felicita de que por fin se haya demostrado que estas demandas son ciertas. "Nosotros somos el ejemplo exacto de que todo lo que denunciamos familias como la nuestra no es mentira, que todo es verdad y que se han robado niños".