El ribero José Bronte pesca el primer salmón del Bidasoa
EL arguedano Capturó EL 'LEHENBIZIKO', EJEMPLAR DE 6,540 KILOS y 82 centímetrosEl salmón, único que puede venderse, fue adquirido por el donostiarra Txomin Rekondo por 1.600 euros
endarlatsa. Y como el año pasado, no se hizo esperar, ya que José Bronte Mayor, vecino de Arguedas, de 34 años, pescó a cucharilla el primer salmón de la temporada, sobre las 8.25 horas, en el llamado pozo de los Cincuenta, tras unos 10 minutos de "pelea muy noble", con la ayuda de su hermano Ángel y un amigo, Óscar Mendoza.
Aunque cumple ocho años subiendo al Bidasoa, el de ayer fue el primer salmón que pesca. El ejemplar pesó 6,540 kilos y tenía una longitud de 82 centímetros de largo; se calcula que entró en el Bidasoa hace cinco días. Una gran pieza que compró Txomin Rekondo, del restaurante Rekondo de San Sebastián, por 1.600 euros. Rekondo, además de restaurador, es un conocido pescador de salmón en el Bidasoa, aunque ayer no llevó los aparejos de pesca y sí la chequera preparada para hacerse, al igual que el año pasado, con el Lehenbiziko.
Un apretón de manos con José Bronte selló un trato beneficioso para ambos. "Es un buen sueldico extra para los tiempos que corren", señaló el ribero.
"La adquisición del Lehenbiziko da renombre al restaurante", reseñó el donostiarra, de 77 años, que aunque no el primer día, "porque hay demasiada expectación", sí que acudirá durante las próximas semanas a la zona de Endarlatsa con la intención de pescar algún salmón, algo que ya ha logrado en dos ocasiones.
Tras las oportunas mediciones, la Sociedad de Caza y Pesca de Bera, representada por el presidente, Lorenzo Jaurena; el vicepresidente, Miguel Ángel Martínez, y el vocal de Medio Ambiente, Venancio Quiroga, hizo entrega a José Bronte del trofeo que le acredita como pescador del Lehenbiziko de 2012.
Aunque la veda de pesca no se abría hasta el amanecer, ya desde antes de las cuatro de la madrugada los pescadores se acercaron a Endarlatsa a coger el turno. El río venía rebosante de agua y más de un pescador logró que algún otro salmón picara, pero no consiguieron sacarlo a la orilla. Concretamente en la zona de la chabola, justo tras el reparto del premio y con gran expectación, con la presencia de medios de comunicación y pescadores, un joven consiguió enganchar un salmón e incluso se pudieron observar sus chapoteos sobre la superficie del agua, pero cuando un compañero ya había bajado las escaleras para ayudarlo con el xalabardo, una red circular, se rompió la pita de la caña, para alivio del pez (que no pescado) y desilusión del pescador.