PAMPLONA. La comisión apunta que "frente a los posibles beneficios prácticos y de operatividad que pudieran argumentarse para justificar el cambio, y al margen de los debates estéticos sobre la cuestión, lo cierto es que los policías forales sentimos como una pérdida de identidad el hecho de que ya la boina no forme parte de nuestro uniforme de trabajo diario".
"La txapela es una prenda que nos identificaba y nos singularizaba del resto de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado", dice en un comunicado en el que agrega que, en tiempos de "gravísimos recortes sociales y de retrocesos en las condiciones laborales, materiales y económicas del conjunto de la Administración, el coste de 30.000 euros que ha supuesto el cambio se podría haber evitado perfectamente".
En este sentido la comisión subraya que dentro del propio ámbito de la Policía Foral existen necesidades y se vienen "denunciando desde hace ya tiempo numerosas deficiencias en vehículos, prendas de vestir o diverso material de trabajo".
Precisa demás que a la comisión "no le consta" que haya reparos al uso de la boina por posibles incomodidades en el trabajo y que "en ningún momento se ha pedido opinión al colectivo" sobre este cambio.
Y añade al respecto que la decisión de reemplazar esta prenda en el uniforme de diversas unidades fue adoptada durante la anterior legislatura y desde entonces "ningún consejero, ni director general de Interior, ni el actual jefe de la Policía Foral han rectificado".