Gaztelan celebró ayer por la mañana sus 25 años de historia, que han permitido que personas que tenían serias dificultades para encontrar trabajo se hayan podido incorporar al mercado laborar, desarrollar sus proyectos y formarse para su adaptación a las nuevas formas de buscar trabajo.
Hace 25 años comenzó su andadura como fundación para ayudar en la formación y en la inserción laboral de personas en riesgo de exclusión. En esa época, existía una crisis relacionada con "una reconversión industrial, que produjo la caída de numerosos sectores", explicó Máximo Esteban, director del Servicio de Intermediación y Orientación de Navarra. Sin embargo, "la crisis ahora es financiera" y, por lo tanto, "contagia todos los sectores. Además, la exclusión ahora es más grave, por eso Gaztelan se hace más necesaria que nunca porque "ayuda a cada joven a encontrar el norte".
Durante el acto del aniversario, desarrollado en la sede de Traperos de Emaús en la calle Río Arga del barrio de la Rochapea, se proyectó un vídeo en el que, entre otras, aparecían muchas personas que agradecían la ayuda que les prestó la fundación en un momento difícil de sus vidas. Como Boyka Nikolova, que al no hablar castellano tenía serias dificultades para encontrar empleo. Desde Gaztelan, una persona se puso a trabajar con ella de forma individualizada porque, como explicó Cristina Alfaro, presentadora del acto, "nosotros hablamos la lengua que ellos hablan" con el objetivo de conseguir su adaptación.
Otra historia era la de Iñaki Tolentino, que "gracias a un curso, consiguió trabajo de vigilante de seguridad", que perdió por la crisis 16 años más tarde. "No me había adaptado a las nuevas tecnologías y no sabía las formas de encontrar ahora trabajo, y de nuevo fue Gaztelan la que me ayudó a aprender a utilizar las herramientas actuales para encontrar empleo". Estas son algunas de las muchas historias que ayer se reunieron para mostrar la labor de esta fundación.
Además, Yolanda García García y Edurne Petrerena Asurmendi explicaron el funcionamiento de Transforma, una empresa sin animo de lucro creada para dar trabajo a ciudadanos que atienden y mejoran la calidad de vida de personas dependientes. Por otra parte, Araceli Cuali, coordinadora del programa Incorpora de integración laboral, valoró la importancia de las empresas que colaboran con la fundación. El acto finalizó con la divertida actuación de una payasa de la compañía Trócoli y con un aperitivo.