Síguenos en redes sociales:

"Trabajos científicos demuestran que la custodia compartida es nociva para menores de 5 años"

La "seguridad" de un niño o niña los dos primeros años de vida pasa por vivir con uno de los progenitores para evitar que sufra "depresión, angustia y soledad", defiende Berger, quien acusa a los medios de una "confusión permanente" entre autoridad y abuso de autoridad

"Trabajos científicos demuestran que la custodia compartida es nociva para menores de 5 años"Foto: oskar montero

pamplona. Maurice Berger es jefe del Servicio de Psiquiatría de la Infancia en el CHU de Saint Etienne (Francia) y trabaja desde hace 34 años en el ámbito de las dificultades educativas parentales, siendo autor de varios libros. Recientemente participó en unas jornadas sobre protección de la infancia y adolescencia organizadas por Xilema.

La unidad de hospitalización para menores de 2 a 12 años que dirige es un servicio piloto en Francia para el apoyo de menores violentos. ¿Qué conclusiones saca de la experiencia?

Las grandes formas de violencia se construyen durante los dos primeros años de la vida. Y ahí es donde se debería trabajar más en prevención y en protección durante estos años.

¿El maltrato infantil no tiene clases sociales, edades, culturas o factores económicos como la crisis?

Los políticos a veces mencionan la pobreza y la precariedad como causa de maltrato, pero no es la primera causa. La pobreza sí es un agravante de las tensiones familiares. El verdadero origen real del maltrato es la infancia de los padres, cómo hayan sido atendidos cuando fueron niños. Hay tres tipos de maltrato. Los niños que reciben golpes, los que viven escenas de violencia de pareja, y los niños descuidados, los que no se cogen en brazos, no se les sonríe, no se les habla ni se juega con ellos... Y se sabe que los menores más violentos no son aquellos que han recibido palos sino los que han vivido escenas de violencia familiar. El neuropsiquiatra Jorge Barudy dice que cada vez que se da una desigualdad entre hombre y mujer existe el riesgo de que los chicos, los varones, sean más violentos.

¿Influye de manera diferente en niños y niñas esa violencia tan brutal?

Los hijos varones son los que más interiorizan la imagen violenta del padre.

¿Y los que la reproducen después?

Nos hemos llevado una sorpresa. Los niños que viven situaciones de violencia la interiorizan y son niños muy pequeños, de tres, seis meses. Antes se creía que sólo oían ruido y pasaban miedo, ahora sabemos que están fijando la situación que están viviendo, la están interiorizando. Estos niños si tienen menos de dos años no hablan así que están introduciendo en su mente el recuerdo traumático como una foto, una película y la están conservando...

¿Los problemas que han tenido los padres en su infancia, esa frustración, casi siempre se traslada al menor aunque no hayan vivido necesariamente violencia en la familia?

Hay niños que han visto a su padre pegar a su madre y que no harán lo mismo. Para nada.

¿Qué es más preocupante consentir demasiado al niño, no ponerle límites o demasiado grado de exigencia y control? Están sobreprotegidos...

En principio, es más fácil crecer con padres que tienen principios educativos firmes. Podremos cabrearnos con esa clase de padres, pero luego vamos a tener puntos de referencia, valores que nos van a indicar lo que se puede hacer y lo que no en la vida. Al preguntar en las aulas universitarias, a profesores, enfermeros o psicoanalistas: ¿cuántos entre ustedes se han llevado un cachete? El 98% dicen que sí y se acuerdan. Y les pregunto cuántos de ellos tienen un trauma debido a ese cachete y habitualmente suele salir uno o dos traumatizado. Les pregunto el porqué, y en realidad no fue un cachete sino una auténtica paliza.

¿Cómo es posible que un menor llegue a agredir al padre o madre, que imponga su ley de forma impune?

El problema es que no relaciona una cosa con otra. Llega un momento en que algo lo pone nervioso, lo enfada, y entonces las imágenes del padre violento le vienen a la mente.

¿Y no aprendieron otra manera de canalizar su ira, de reaccionar? ¿Lo más inmediato es ese referente?

Es lo más inmediato. Hay gente que asesina a otro por ocupar una plaza de aparcamiento. En realidad, esa imagen del padre violento se impone, y no son ellos, sino que es su padre el que está pegando.

¿La imagen de la madre sumisa o amedrentada influye, a su vez, en el futuro rol de la niña?

Lo que hace estropicios es que la madre sea golpeada por el padre. Porque la madre es la base de seguridad. Es un trauma inmenso ver a la persona que a él le da seguridad siendo golpeada. Hay madres violentas, pero son las menos.

¿Odia al padre y se apiada de su madre?

Depende de la edad. Lo que más le afecta es ver a la persona que a él le da seguridad en mal estado. Los niños siguen amando a sus padres aunque sean violentos.

Da la impresión de que los menores viven cada vez más en un mundo de adultos. Queman etapas muy rápidamente... ¿Es malo que dejen de ser niños tan pronto?

Se ha producido una especie de relajación de las prohibiciones en la sociedad. Con demasiada frecuencia en los medios de comunicación se expone escenas de sexo y comportamientos no adecuados, y cuando un padre o una madre intenta educar a su hijo, ya no encuentra apoyo en la sociedad. El chaval le va a decir que sus compañeros hacen lo mismo. Cada vez son menos capaces las familias donde los padres quieren atar un poco a sus hijos, ser firmes en sus principios y educarlos. Hay confusión permanente en los medios de comunicación entre autoridad y abuso de autoridad. Y eso destroza la autoridad normal de los padres. Ahora hay que ser muy duro y muy fuerte para mantener unos principios educativos firmes ante los hijos. Antes los padres conseguían educar bien por el qué dirán, por la sociedad, ahora que ya da igual, no lo logran.

¿La televisión hace mucho daño?

La televisión puede ser muy vulgar y los niños pueden ver y oír temas sexuales con mucha facilidad antes de estar preparados.

Usted domina el tema de la separación. ¿Los padres piensan en sus hijos o a veces se utiliza a los niños?

Depende. El divorcio es un momento de sufrimiento para los padres. Lleva mucha pasión, hay padres que le cuentan al niño lo que ocurre pero no le preguntan cómo se siente. Están demasiado atrapados en sus emociones en ese momento y temas como la custodia dan lugar a decisiones que se toman en ese momento dominado por la pasión.

¿El menor vive con mucho sufrimiento ese momento?

Para todos los niños el divorcio es traumático, pero pueden sobreponerse. Por más compañeros de padres separados que tenga no le tranquiliza y vivirá su historia con intensidad. A menudo se sienten tristes, enfadados por verse mezclados en problemas de los adultos. Les preocupa quién les atenderá.

Hay padres que posponen la decisión hasta que los niños sean mayores, pero ven que sus padres mal...

No justifica ese trauma del niño que los padres sigan juntos. Yo pregunto a los niños a qué edad les hubiera gustado que sus padres se separaran, y dicen no hay edad buena para eso. Puede ser más difícil para un niño de 4 años que para uno de 12, pero también gana al ver a sus padres más felices después de separarse.

¿Qué está haciendo mal la sociedad con los menores, en su protección?

La custodia compartida. Hay trabajos que demuestran que la custodia compartida es nociva para los menores de 5 años. Algunas asociaciones publican calendarios con introducción progresiva de la custodia del padre. El padre debe poder ver a menudo a su hijo, pero se sabe que no deben suceder dos noches seguidas fuera de casa para niño menor de 2 años.

¿La seguridad la da el hogar o la persona?

Ambos. Hicimos un estudio con niños de entre 3 y 17 años que vivían en custodia compartida, y estaban disconformes, porque decían que no se sienten seguridad suficiente en ninguno de los lados. Pierden sus referencias constantemente. Se ve que los mayores sufren depresión, tienen sensación de soledad y angustia ante todos los cambios, y no se lo cuentan a los padres para no entristecerlos; es el síndrome del niño perfecto. Hay estudios que demuestran trastornos de apego y muchos problemas. En California, la ley de 1979 casi obligaba a la custodia compartida, en 1994 se valoran los resultados y la experiencia fue tan mal que se prohibió. Dinamarca y Suecia también la han prohibido por el resultado de los estudios.

Los padres defenderán que están tan preparados como las madres...

No se trata de quien sea mejor o peor sino el bienestar del niño.