El presentador de televisión Julián Iantzi ha decidido tomar la palabra en sus redes sociales para abordar una cuestión que, según reconoce, le toca de cerca y le toca la fibra: su identidad como navarro y vasco, y el lugar que ocupa el euskera en esa definición. Con un tono reflexivo y alejado —como él mismo subraya— de posturas partidistas, Iantzi ha lanzado un mensaje en el que interpela directamente a lingüistas, historiadores y antropólogos para aportar luz a un debate que considera pendiente de aclarar en el Estado.
"La gente muchas veces se pregunta: ¿de dónde es Julian? ¿Es navarro? ¿Es vasco? Que si es vasco entonces no puede ser navarro -visión imperialista porque a ver si uno va a decidir qué son los demás...-. Pues soy por igual navarro y vasco, y euskaldun. Todo mi árbol genealógico es de Navarra. Bortziriak, Lesaka... En Navarra hay diferentes culturas, y la Navarridad se entiende de diferentes maneras. Como la gente malmete y tergiversa, hago un llamamiento para que los lingüistas y los expertos nos lo aclaren. Antes de que Navarra fuera conquistada, porque fue un "o te rindes o te invado", en 1512, ¿qué lenguas se hablaban en Navarra? Que nos los digan, sin prisma político. Yo me he preocupado en indagar un poco sobre el tema. El euskera aquí sigue a día de hoy, pese a que Franco quiso aniquilarlo".
“El euskera, la Navarridad y la Vasquidad a debate, pero no desde un prisma político o interesado. ¿Qué es ser navarro? ¿Cuál ha sido y es el papel del euskera en Navarra?”, plantea el comunicador, abriendo la puerta a un análisis histórico y cultural que, en su opinión, debe ir más allá de las etiquetas actuales.
Antes de la conquista del Reino de Navarra por parte de la Corona de Castilla, el territorio presentaba una notable diversidad lingüística. El euskera, conocido históricamente como Lingua Navarrorum o “lengua de los navarros”, era mayoritario en gran parte del reino, especialmente en las zonas montañosas y en la Navarra central y norte. Varios monarcas lo hablaban y estaba profundamente arraigado en la vida cotidiana y cultural del país.
“No seremos como los castellanos que nos lo impusieron, nosotros trabajaremos respetando la voluntad del pueblo”
En el sur y este del territorio predominaba el romance navarro-aragonés, una lengua derivada del latín y emparentada con el aragonés, que fue durante siglos vehículo habitual en la administración y la vida local. Junto a ellas, el gascón u occitano tuvo presencia en la Baja Navarra y en la corte, fruto de los lazos dinásticos con territorios ultrapirenaicos, especialmente durante las casas de Champaña y Foix.
El castellano, minoritario antes del siglo XVI, había empezado a ganar terreno desde los siglos XII y XIII, especialmente en el sur y en entornos urbanos y administrativos. Este equilibrio se rompería tras la conquista de 1512, cuando el castellano se consolidó como lengua dominante, desplazando progresivamente a las demás.
El euskera, lengua de los navarros
En su mensaje, Iantzi recupera un concepto clave en la historia medieval: “¿No es paradójico que un idioma impuesto, tras una conquista, sea el idioma valorado y, en cambio, el que era propio del lugar manipulado, odiado o denostado?”, cuestiona, en alusión a la llegada y consolidación del castellano tras la conquista del reino.
El presentador recuerda que el castellano, hoy mayoritario en Navarra, era en su origen una lengua minoritaria en el territorio, que comenzó a ganar terreno a partir de los siglos XII y XIII. “Había otras lenguas en el Reino, pero ¿cuál era el idioma mayoritario? ¿Cuántos reyes navarros hablaron euskera?”, se pregunta, apelando a la memoria histórica y a la labor de los expertos para reconstruir ese pasado.
Un debate más allá de los últimos siglos
Para el lesakarra, uno de los errores recurrentes es reducir la historia de un pueblo a sus últimos siglos. “La historia de un pueblo no son los últimos siglos… y de eso saben mucho los antropólogos y los lingüistas”, señala. Por eso, dice, quiere escuchar a voces cualificadas y contrastar versiones, consciente de que no siempre habrá unanimidad.
Aunque defiende el respeto a la situación lingüística actual, subraya la importancia de no olvidar lo que fue Navarra en el pasado y reivindica el derecho de la sociedad a recuperar elementos culturales y lingüísticos que se han perdido. “No seremos como los castellanos que nos lo impusieron, nosotros trabajaremos respetando la voluntad del pueblo. Poco a poco… Y aprendiendo de los errores, puesto que algunas cosas se han hecho mal”.
Concienciar, no imponer
En su intervención, el presentador de programas como El Conquistador o Vive San Fermín insiste en que la revitalización del euskera y de la identidad cultural navarra debe hacerse desde la pedagogía y no desde la confrontación. “Tenemos que concienciar y no imponer. Utilizar nuestra cultura como algo enriquecedor, algo que suma, y no como un arma arrojadiza”.
Iantzi concluye su reflexión apelando al respeto y al valor del diálogo. “Espero que este debate sea siempre desde el respeto, didáctico y enriquecedor”.
Su mensaje ha generado reacciones de apoyo entre sus seguidores en redes, reavivando un tema sensible en Navarra: la relación entre lengua, identidad y memoria histórica.