El Departamento de Transportes del Gobierno Vasco ha redactado una propuesta para crear tres nuevas paradas del Topo entre las estaciones de Easo y Lugaritz, con lo que se conformaría la denominada pasante ferroviaria del proyecto de metro de Donostialdea. Las tres nuevas paradas, una menos que en la configuración diseñada por el Gobierno Vasco de Patxi López, se situarían en las inmediaciones de la plaza Easo (la caverna de la estación subterránea se ubicaría más hacia Morlans), cerca del hotel Londres (plaza Xabier Zubiri) y en las proximidades del polideportivo de Benta Berri. Esta última estación sería la fusión de las dos previstas con anterioridad en la calle Matía y cerca de las universidades.
El nuevo estudio del trazado subterráneo entre Easo y Lugaritz fue presentado ayer en Donostia por el viceconsejero de Transportes, Antonio Aiz, a los representantes del PNV, Eneko Goia, y PSE-EE, Ernesto Gasco, en el transcurso de una reunión que pretendía dar cumplimiento al acuerdo alcanzado entre nacionalistas y socialistas para aprobar los presupuestos de este año.
El Gobierno municipal de Bildu fue informado del encuentro de ayer y recibirá los detalles de la propuesta de trazado subterráneo en la siguiente reunión de la comisión interinstitucional para el seguimiento de estos trabajos. Hasta el momento, el Ejecutivo de Juan Karlos Izagirre ha señalado que la pasante ferroviaria por el centro de Donostia no es "un objetivo prioritario para la ciudad", en una situación en la que aún no están finalizadas otras actuaciones ferroviarias de la capital guipuzcoana como la nueva estación del Topo en Loiola. Fuentes del Departamento de Transportes aseguraron, por su parte, que la reanudación de la obra de viaducto y nueva estación del Topo en Loiola es "irrenunciable".
inicio en 2016 Si la nueva propuesta presentada ayer sigue adelante, el plazo de arranque de los trabajos se situaría en el año 2016 y la ejecución podría durar tres años y medio, con lo que no sería realidad antes de 2020.
Las tres nuevas estaciones se sumarían a las ocho que tiene el Topo en Donostia en la actualidad, por lo que darían un mejor servicio a los donostiarras. Sin embargo, la principal virtualidad del nuevo trazado es que podrían beneficiarse de él numerosos vecinos de otras localidades del territorio, que podrían bajar y subir en más paradas y evitar así tener que tomar otros medios de transporte. Esto sería posible ya que la plaza Easo dejaría de ser un fondo de saco y los trenes que llegaran a este punto podrían proseguir hacia La Concha y El Antiguo, al igual que los que llegan a Lugaritz, que podrían seguir hacia el hotel Londres, Easo, Anoeta y el este de la ciudad hasta llegar a Irun.
bocas de acceso Además de la supresión de una de las paradas, el nuevo diseño para la pasante ferroviaria contempla que la parada cercana al hotel Londres no solo tenga acceso por la calle Loiola y la plaza Xabier Zubiri (en la calle Zubieta). Esta estación estaría conectada con una tercera boca, que saldría al inicio de la cuesta de Aldapeta, para unirse con el nuevo desarrollo de San Bartolomé.
Por su parte, el hueco de la estación subterránea de Easo se acercaría más hacia el barrio de Morlans y contaría con una boca de acceso por la calle Autonomía y otra en la esquina de la calle Azpeitia con el paseo de Errondo. De este modo, la estación se alejaría algo de la zona centro de Donostia, que podría usar la parada del hotel Londres, y permitiría dar mejor servicio a los vecinos de los primeros bloques del barrio de Amara y del entorno de Morlans.
Finalmente, la tercera estación, que serviría tanto para Benta Berri como para el entorno universitario, se construiría bajo las antiguas viviendas de la avenida de Zarautz y tendría dos accesos. El primero de ellos se abriría por esta avenida, junto a las canchas deportivas, muy cerca de los ascensores públicos de Aizkorri; y el segundo, al final de la calle Matía, en la plaza de Benta Berri.
Otro de los cambios propuestos en el nuevo diseño elaborado en el último año por los técnicos del Departamento de Transportes es que el ataque de la obra no se efectuaría por la mitad de La Concha, como estaba previsto, sino por el paseo de la Fe, en Miraconcha.
El Departamento de Transportes ha considerado necesario alejar de la costa el trazado, para evitar problemas derivados de las mareas así como para no entorpecer el tránsito peatonal de esta zona, especialmente en verano. Por ello, el nuevo trazado se sitúa algo menos paralelo a la costa que el anterior y se adentra algo más hacia Miraconcha. La situación geológica de esta parte de la costa donostiarra también ha sido tenida en cuenta a la hora de variar el dibujo del subterráneo.
punto de ataque El punto de ataque del paseo de la Fe sería el intermedio por el que comenzaría a agujerearse el terreno para crear el tubo por el que circularían los trenes. Los otros puntos de arranque del nuevo subterráneo se situarían en el entorno de Lugaritz y Easo-Morlans.
El coste total de la pasante ferroviaria prevista en la actualidad, incluida tanto la obra civil como los equipamiento interiores, asciende a unos 165 millones de euros, 22 millones menos que los que costaba el plan vigente en la anterior legislatura.
La reducción de estaciones supondría también una disminución del número de viajeros, que pasaría de 24 millones al año a 23, según las hipótesis del Departamento vasco de Transportes.