pamplona - Las nuevas urgencias rurales echaron ayer a andar entre el recelo de los profesionales sanitarios y los vecinos, especialmente, de las zonas afectadas por recortes. Médicos y enfermeras manifestaron su disconformidad con los cambios laborales que conlleva la reforma, que implanta las microguardias, una "prolongación encubierta de la jornada", a su juicio, que se extiende de las 15.20 horas a las 20.00 horas, hora en la comienza la labor del personal de los Servicios de Urgencias Rurales (SUR). Salud abonará esta franja de 4,20 horas a precio de guardia, menos gravosa para el departamento. El sistema de microguardias, además, conlleva jornadas de 12 horas que no generan libranzas al día siguiente, como tampoco lo hacen las guardias que realizarán los equipos de los centros de salud los viernes y vísperas de festivos. La erradicación de estas guardias amenaza los contratos de los profesionales que hasta ahora venían realizando las sustituciones.

Los cambios, pactados por Salud con SATSE, CCOO, UGT y Afapna, con la oposición del Sindicato Médico, LAB, ELA, afectan de forma especial a tres Puntos de Atención Continuada (PAC), Villatuerta Sur (Villatuerta), Ancín II (Zudaire) y Elizondo II (Oronoz-Mugaire). En ellos y a diferencia del resto, las guardias serán localizadas los lunes y martes en lugar de presenciales, es decir, los profesionales no estarán en el centro para atender a los pacientes, pero sí deberán estar localizables. Alcaldes, médicos y vecinos de estas zonas manifestaron ayer su temor a que las modificaciones deterioren la asistencia.