una revolución digital y otra forma de aprender ligada a situaciones de la vida se han adentrado este curso en las aulas de 1º de ESO de San Fermin ikastola. Sus 118 alumnos se han liberado de los pesados libros que cargaban a sus espaldas y han hecho del ordenador su mejor aliado. Es su principal herramienta de trabajo. Con él aprenden y en él hacen las tareas. Pero la innovación va más allá del formato. “No es sólo un salto al ordenador sino una cuestión de concepto metodológico curricular que va más allá del planteamiento del libro digital. El alumno trabaja con y a través del ordenador pero, además, profundiza en otros estilos de trabajo en red, en otras maneras de estructurar la información y el aprendizaje”, explica la directora de San Fermin ikastola, Pilar Vicente, que asegura que el proyecto se irá implantando progresivamente en todos los cursos de ESO.

El proyecto EKI es una iniciativa didáctica basada en las competencias que se establecen en el marco de la Unión Europea y en la pedagogía de la integración. “El proyecto, además de estar diseñado en soportes tradicionales como el papel, da un salto cualitativo en las nuevas tecnologías, no sólo desde el punto de vista técnico, sino también desde una perspectiva integral, que lo dota de pleno significado para trabajar las competencias”, afirma Vicente. La versión de EKI en formato digital se puso en marcha en 2013-14 en dos ikastolas de la CAV y este año se ha sumado San Fermin. “En los tres centros se trabaja en 6 asignaturas: Euskara y Literatura, Lengua Castellana y Literatura, Inglés, Matemáticas, Ciencias Sociales y Ciencias Naturales. Otras dos ikastolas de la CAV han empezado con 3”.

Innovación pedagógica

Un aprendizaje práctico y que atiende la diversidad

La ausencia de libros es lo más llamativo de un proyecto que tiene detrás un material digital innovador, a través de la web 2.0. “La verdadera revolución es la metodológica”, asegura el profesor de Informática Oskar Güemes, que destaca su plano práctico. “Las actividades tienen una aplicación práctica muy interesante. Está muy asociado a situaciones de la vida y eso da una potencialidad enorme”. El proyecto ofrece muchas posibilidades a nivel didáctico, que supone un elemento motivador para el alumnado, y también es un elemento positivo para trabajar la atención a la diversidad. “Las actividades que se plantean expresan un grado de dificultad variado y ofrecen distintas formas de trabajo individual, grupal...”, explica la profesora Ainhoa Permach.

Esta diversidad didáctica ofrece la posibilidad de que el profesorado pueda llevar a cabo un seguimiento más personalizado de cada alumno y conocer, con bastante inmediatez, con qué tipo de ejercicios ha trabajado cada alumno, cuánto tiempo ha necesitado para realizarlos... “Las actividades tienen una parte teórica y luego se plantean una serie de preguntas o cuestiones que tiene que contestar el alumno. Y se trabaja en Drive, es decir, todo está en la nube y los profesores podemos saber todo lo que hacen”, explica Permach. De esta forma, el concepto de trabajo en casa y de tareas individuales de elaboración más profunda cambia también de forma considerable.

Otra de las innovaciones que aporta el proyecto EKI, señala la directora de San Fermin ikastola, es la definición del perfil de salida del alumnado. “Sabemos a dónde queremos llegar, qué tipo de estrategias, necesidades, conocimientos y capacidades (es decir competencias) necesita el alumnado cuando abandone los estudios obligatorios. El conocimiento previo de ese perfil facilita el camino a todos los agentes educativos, ya que somos capaces de diseñar todo el recorrido de principio a fin”, explica Vicente, que también remarca el avance que supone este proyecto en la interacción de las competencias. “Supera el planteamiento de la educación como universo de compartimentos estancos en los que se divide el conocimiento. Todas las materias aportan a la competencia digital y ésta también influye en el resto de asignaturas. Hay una interacción real”, afirma la directora.

Implicación global

Intensa formación a docentes y familias

Para llevar a cabo esta iniciativa, el profesorado de San Fermin ikastola se encuentra inmerso en un “ambicioso” programa de formación, ya que no se trata sólo de adquirir conocimientos en las nuevas tecnologías sino también de aprehender un nuevo estilo de trabajo a nivel pedagógico. “La implicación de los profesionales de ikastola está siendo muy grande. Se han volcado”, asegura Vicente, quien recuerda que la formación se remonta a comienzos del curso pasado. “La mayoría de los docentes somos jóvenes y el paso a lo digital no nos ha costado tanto, pero había dos profesoras que están a punto de jubilarse y teníamos claro que tenían que entrar. Así que les pusimos un tutor y han hecho un gran esfuerzo. En junio se fueron desesperadas y ahora están bastante bien”, señala Gümes.

Pero todo cambio requiere su tiempo y más un proyecto que supone una revolución no sólo a nivel digital sino también metodológico. “Este año está siendo piloto. En algunas actividades innovamos más que en otras, pero el año que viene todo irá mejor. Es un proceso de cambio tanto para el profesorado como para el alumnado y las familias, pero estamos muy ilusionados y las expectativas son buenas”, asegura Idoia Ganzaráin, profesora de Matemáticas, que reconoce que entre las familias hay de todo. “Unas están expectantes, otras ilusionadas, algunas tienen miedo ya que la manera de trabajar en casa también cambia. Pero la ikastola dará sesiones formativas a los padres y las madres, en las que también participarán los alumnos”, explica Ganzaráin, que asegura que “si las familias nos ven involucrados nos ganaremos su confianza”.

Los que están muy motivados con este nuevo método de aprendizaje son los escolares. “Nos ayuda a utilizar mejor el ordenador y la de forma de aprender es más interactiva y menos aburrida”, asegura Carla Mina. Su compañero Martín Gastearena concluye que el proyecto “da muchas facilidades a la hora de estudiar, ya que con el ordenador todos son ventajas”. Entre otras, dice, “la comodidad de no cargar con libros en la mochila”.