pamplona - El reventón de la rueda de un camión provocó el año pasado un accidente en la A-15 a la altura de Esquíroz en el que falleció una joven de Estella. Semanas después otro camión sufrió un accidente similar cerca del mismo punto. Son dos casos extremos que demuestran que el deficiente mantenimiento de los vehículos originan accidentes de tráfico, en algunos casos de consecuencias fatales. Aunque resulta imposible determinar en qué proporción el mal estado de unos neumáticos es la causa eficiente de un siniestro, los agentes de la Policía Foral que atienden accidentes de circulación están detectando un incremento de estas situaciones, derivadas en muchos casos de la situación económica que lleva a los conductores a posponer el cambio de las ruedas.
Así lo corroboran los máximos responsables de la División de Seguridad Vial y de la División Atestados de la Policía Foral, quienes coinciden al afirmar que en los últimos años se está produciendo un empeoramiento de las condiciones técnicas de los coches y los camiones que circulan por las carreteras navarras. “Los casos flagrantes son una minoría en comparación con el total, y la mayoría de los usuarios tienen sus vehículos en buen estado, pero sí es cierto que estamos viendo neumáticos casi lisos cada vez más a menudo y accidentes derivados de un mantenimiento deficiente que antes no veíamos”, señala Toño García Malumbres. “Hemos atendido varios casos de vehículos se han incendiado como consecuencia de averías. También ha habido un caso de un coche que sufrió la rotura de un manguito y el agua entró en contacto con el tubo de escape y generó una nube de vapor que acabó causando el accidente del turismo en cuestión”, recuerda Jesús Cruz como ejemplos recientes.
Menor tasa de reposición Los fabricantes también han alertado del creciente envejecimiento de los neumáticos en el conjunto del parque automovilístico español. Algunos estudios indican que se ha pasado de un índice de reposición de 1,2 neumáticos por vehículo y año a 0,8 por cada año, circunstancia que repercute directamente sobre los riesgos en la conducción. “Un neumático desgastado supone una mayor distancia de frenado, una peor adherencia en condiciones de lluvia y en general una conducción más peligrosa”, apunta Toño García Malumbres, quien añade que el mayor peligro es “una salida de vía”, al tiempo que lo ejemplifica con varios casos ocurridos en el último año. Alude también “los reventones, que acaban desembocando igualmente en salidas de vía o en accidentes con más vehículos implicados”.
Además de estas situaciones de riesgo, Jesús Cruz también advierte de que cada vez “son más frecuentes las situaciones en las que se desprenden fragmentos de las llantas de camiones excesivamente viejos, que acaban sobre la calzada y pueden originar un accidente al ser embestidos por otro vehículo o causar una salida como consecuencia de intentar esquivarlo. Son situaciones muy peligrosas”.
Para intentar prevenir y evitar que sigan circulando vehículos en malas condiciones, los agentes del Área de Tráfico de la Policía Foral vigilan regularmente el estado de los neumáticos en cualquier actuación, además de llevar a cabo campañas específicas. “Si detectamos que un vehículo tiene los neumáticos justos, le advertimos al conductor para que los cambie con la mayor brevedad posible. Si vemos que su estado es deficiente y no cumple la normativa, entonces se le denuncia y se puede llegar incluso a inmovilizar el vehículo para ser retirado por una grúa a un taller. Es algo que ha sucedido esta semana en la campaña de control de vehículos pesados, en la que hemos inmovilizado un camión que presentaba tres neumáticos en un estado deplorable”. En algunas ocasiones, indican los mandos de la Policía Foral, son los propios camioneros los que piden a los policías que les denuncien, para que de ese modo las empresas de transporte para las que trabajan asuman la responsabilidad y el coste de cambiar las ruedas con las que se ven obligados a trabajar.
el alumbrado, también clave Junto a los neumáticos, otro de los elementos técnicos más importantes en la seguridad vial es el alumbrado de los vehículos. “Una luz fundida o unos faros desgastados por el uso implican una menor visibilidad. Si solo alumbran a 50 metros, eso significa que solo podremos ver un obstáculo, un ciclista o un peatón a esa distancia, lo que puede ser insuficiente para frenar a tiempo”, advierte García Malumbres. “Lo mismo ocurre con los intermitentes fundidos o las luces de freno. Si otro conductor no ve que estamos haciendo un giro o no ve que estamos frenando, entonces estamos generando una situación de peligro para él y para nosotros mismos”, agrega Cruz.
Por este motivo, los mandos de Policía Foral abogan por que los conductores adopten una actitud proactiva en pos de la seguridad vial, porque “comprobar las luces no cuesta nada y puede ser muy beneficioso, sobre todo en otoño y en invierno, cuando las condiciones de visibilidad se reducen, también como consecuencia de las condiciones meteorológicas. Muchos automovilistas no se percatan de ello”.
Además de los neumáticos y el alumbrado, García Malumbres también llama la atención sobre el correcto mantenimiento de “un elemento muy básico, como son las escobillas limpiaparabrisas del vehículo. Hay que vigilarlas y cambiarlas si se han envejecido y no limpian correctamente. Son cuestiones muy sencillas de corregir que todos los conductores deben tener en cuenta para circular en mejores condiciones de seguridad”.
N-121-A. Accidente en el kilómetro 8,400 de la carretera Pamplona-Behobia, en Ezcabarte, consistente en salida de vía y posterior vuelco en tonel de un vehículo articulado con el resultado de daños materiales.
Siete siniestros ocurridos este año por mal mantenimiento
A-1. Accidente en la A-1 a la altura de Ziordia consistente en salida de vía sin salto por el margen izquierdo con el resultado de daños materiales en el vehículo implicado, como consecuencia del reventón del neumático.
A-21. Accidente en la A-21 (Autovía del Pirineo), en Ibargoiti, con cuatro heridos, consistente en salida de vía por el margen izquierdo con posterior choque con la barrera de protección semirrígida y vuelco en tonel.
A-10. Accidente en la A-10 (Autovía de Sakana) en el término municipal de Urdiain consistente en salida de vía por el margen derecho y posterior vuelco en tonel de un turismo con el resultado de un herido leve.
NA-5330. Accidente en la carretera NA-5330 (Pitillas-Santacara-Mélida), en Pitillas, consistente en choque de un turismo contra una rueda desprendida del remolque de un camión, con una persona herida leve.
PA-31. Accidente en la carretera PA-31 (Accesos Pamplona Sur-Aeropuerto), en Cordovilla-Galar, consistente en la pérdida accidental de una rueda de un turismo con el resultado de daños materiales.
Dimensiones y características.
Los vehículos deben estar equipados con neumáticos de las dimensiones y características previstas por el fabricante en la homologación del vehículo, o sus equivalentes.
Profundidad del dibujo. Los neumáticos de los vehículos turismo y furgonetas hasta 3.500 kilogramos, deben presentar, durante toda su utilización en las vías públicas, una profundidad en las ranuras principales de la banda de rodamiento que, como mínimo, debe ser de 1,6 mm. Deberá entenderse como ranuras principales las ranuras anchas situadas en la zona central de la banda de rodamiento que cubre cerca de las tres cuartas partes de la anchura de dicha banda.
Condiciones de utilización. Los neumáticos, bien nuevos, bien recauchutados, que equipan los vehículos, deberán conservar siempre las inscripciones reglamentarias, y además no deben presentar ampollas, deformaciones anormales, roturas u otros signos que evidencien el despegue de alguna capa o de la banda de rodamiento. Asimismo, no deben presentar cables al descubierto, grietas o síntomas de rotura o dislocación de la carcasa.