Síguenos en redes sociales:

Las farmacias rurales de Navarra pierden entre el 10% y el 25% de las recetas

Los usuarios compran los fármacos en núcleos urbanos con más servicios - Así lo reconoce un estudio de Salud hecho a demanda del sector

Las farmacias rurales de Navarra pierden entre el 10% y el 25% de las recetas

pamplona - Las farmacias rurales de Navarra han dejado de suministrar entre el 10% y el 25% de los medicamentos prescritos por los médicos de su área desde la implantación de la receta electrónica. Así lo alertaron los profesionales en su momento y así se ha demostrado en un estudio realizado recientemente por el departamento de Salud en cuatro áreas del ámbito rural de Navarra. La conclusión es bastante clara: las recetas generadas en consultorios, dispensarios y centros de salud del entorno rural, lejos de acabar en las boticas más próximas, se desvían a núcleos poblacionales urbanos que ofrecen más servicios.

Los usuarios “aprovechan sus desplazamientos a localidades mayores o a la capital para, al tiempo que realizan otras compras, adquirir los medicamentos en las farmacias de estas localidades o de sus centros comerciales” apunta Arturo Aznárez, farmacéutico de Cáseda y presidente de la Asociación de Farmacia Rural de Navarra.

El estudio sobre la desviación de recetas es consecuencia de una serie de demandas planteadas desde este sector a las autoridades sanitarias navarras, demandas que tienen como finalidad de introducir mejoras en su actividad como agentes colaboradores del sistema sanitario y por su condición de asesores de salud. Entre estas demandas se encuentran las referidas a la dispensación de fármacos y, en este sentido, la Asociación de Farmacias Rurales ha visto cumplida una de sus peticiones como es la de ampliar el plazo que tienen los pacientes para retirar sus medicamentos. Hasta ahora los pacientes crónicos podían retirar de la farmacia su medicación 10 días antes de acabar la dispensación en curso. Según les comunicó hace unos días la directora general de Salud, Isabel Ansa, Navarra ha decidido ampliar este plazo a 15 días. La principal ventaja, explicó Arturo Aznárez a este periódico, es que “permitirá a los pacientes evitar viajes innecesarios a la farmacia a recoger la medicación y, además, llevarse varios tratamientos de una vez”.

Todo ello arrancó cuando los farmacéuticos rurales “empezamos a notar una serie de cosas, de circunstancias. Nos movimos, recopilamos datos y nos presentamos ante la Administración y le planteamos la situación a la consejera y a los técnicos del departamento. Se hizo el estudio en cuatro áreas” y confirmó sus sospechas y cálculos. Pero Arturo Aznárez abunda en la cuestión y asegura que “aun queda un trecho” y que hay una serie de medidas “que estamos analizando. Nos vamos a dar un tiempo para plantear iniciativas al departamento de Salud que estamos barajando en el sector porque si no la farmacia rural se muere”, asegura. Desde la discreción porque “hasta que no concretemos las medidas no vamos a adelantar nada”, no oculta que habrá que cambiar la ley.

de 10 a 15 días, no a 28 Hasta la fecha han logrado que se haga el estudio que confirma sus temores y ampliar el plazo de dispensación. “Pedimos ampliar dicho plazo a 28 días, pero desde Salud nos comentaron que analizando la situación en otras autonomías, las había con menos días, incluso alguna con 12, y nos han dado 15. Con ello, no obstante, hemos notado una notable mejoría”, asegura Aznárez.

El presidente de las farmacias rurales explica que hasta ahora “cuando te tocaba la prescripción, es decir cuando sale la receta electrónica, se podía recoger el medicamento diez días antes. Ahora se puede recoger quince días antes lo que permite al usuario polimedicado recoger más medicamentos. Antes tenían que venir tres y cuatro veces a la farmacia porque no coincidían las fechas y ahora por lo menos pueden recoger más medicamento en el mismo día”.

asegurar la viabilidad Aznárez, que representa a una asociación creada en Navarra en el año 2002 con unos 70 asociados de los que hoy se mantienen en torno a la treintena, reconoce que la receta electrónica, implantada en Navarra de manera progresiva desde 2012, está cambiando los hábitos de los pacientes a la hora de retirar sus fármacos. En el área rural está apareciendo un fenómeno que contribuye a desviar la retirada de las recetas emitidas en los consultorios rurales a áreas mayores, con más servicios. En concreto, la desviación de fármacos alcanza el 25% según casos. Estos datos, asegura Aznárez, que “son taxativamente reales”, surgen de la monitorización de la distribución de las recetas de cuatro consultorios del área rural y sus farmacias realizada por la dirección de Salud de Navarra a petición de la Asociación de Farmacia Rural de Navarra en el periodo de enero de 2012 a junio de 2014. “El resultado es que, haciendo la media de las cuatro farmacias, desaparecen entre un 10% y un 25% de las recetas de las boticas rurales, una barbaridad para este tipo de farmacias”, insiste Arturo Aznárez.

La clave, apunta, radica en el servicio. De hecho, la petición de información sobre el comportamiento de las recetas navarras iba acompañada por propuestas para tratar de paliar la “situación precaria de la farmacia rural”, señala Aznárez. Por eso, advierte de “la infrautilización de la farmacia rural, que es capaz de aportar y dar servicios debido a su proximidad respecto al paciente”, y enumera, entre ellos, algunos como “el control de la hipertensión arterial (mediciones), tratamiento de infecciones leves uro-genitales, tratamiento de dolor agudo, seguimiento farmacoterapeútico, atención domiciliaria, el control de adherencia a tratamiento e incluso atención de urgencias por la noche”. El fin, añade Aznárez, es “asegurar la viabilidad de la farmacia con servicios homologables y protocolizables”.

Navarra no es la única comunidad afectada por esta situación. Según un artículo publicado en el Correo Farmacéutico, en Galicia se está dando una situación similar y los boticarios reclaman y gestionan con la autoridad sanitaria la consecución de una línea de ayudas para la farmacia rural. Los farmacéuticos gallegos también creen que sería útil “ajustar los plazos de entrega de los tratamientos crónicos, para facilitarle al paciente que se lleve todo en una visita”, medida que en Navarra ya han conseguido.

Allí como aquí, las causas de este fenómeno obedecen al cambio de hábitos de los pacientes y a la propia realidad del medio rural, cuya oferta de servicios se está viendo desplazada por la de las poblaciones mayores. Como explica Francisco Javier Guerrero, presidente de la Sociedad Española de Farmacia Rural (Sefar), “este fenómeno se da pero es propio del área rural; la gente se mueve, por diferentes causas, y del mismo modo que buscan servicios fuera, también el de farmacia”.