pamplona - El escultor Juan Gorriti ha querido agradecer la labor de las Ikastolas en Navarra en estos 50 años regalando 16 grabados que ha realizado para cada una de las 15 ikastolas y otro para la Federación de Ikastolas. La entrega de los grabados tuvo lugar en la sede de la federación, situada en Pamplona.

Para Juan Gorriti cada Ikastola es como árbol que da frutos continuamente y entre los 15 forman un bosque fructífero. En estas obras el autor ha reflejado el amor que siente hacia las ikastolas y el euskera.

Estos grabados, según explica la Federación de Ikastolas de Navarra, tienen como base la lámina de papel realizado a mano por Juan Barbe y a continuación Gorriti los ha complementado con varios elementos: Trozos de tela que reflejan “el amor de una abuela”, cachos de madera de casas del valle de Aratz de hace 400 años, porciones de bronce la fundición de Betelu, a los cuales les llama “estrellas del mundo” y trozos coloreados del suelo de su taller. Cada grabado va acompañado con un verso.

Este acto celebrado ayer y en el que el director de la federación, Josu Reparaz recibió el regalo, se suma al programa de actos organizados con motivo de los 50 años de las ikastolas. Además, han editado un libro que recoge la historia e historias de estos centros escolares. La historia de las ikastolas navarras no ha estado exenta de dificultades. Todo comenzó en la calle Pozoblanco de Pamplona/Iruñea. Allí surgió la primera ikastola de Navarra, Uxue Ikastola, con apenas 12 alumnos. Ese fue el germen de los demás centros. Hoy en día son 15 centros, más de 6.000 alumnos, 4.000 familias y 600 profesionales. - D.N.