pamplona - ¿Cuál es el papel que pueden ejercer con las víctimas?

-Tratamos de que se sienta acogida, en confianza y a la vez queremos serle de utilidad. No queremos condicionar a nadie para interponer una denuncia. Lo más habitual es que se le asigne una asistencia psicológica, pero ahora se ha incorporado también el asesoramiento jurídico (lo desempeña ella misma) y también el tema del acompañamiento a la víctima durante el proceso. Ahora este va a ser más directo e incluso podemos acudir con una víctima vulnerable a demanda de la juez de Violencia, y acompañarla a la diligencia que sea, al forense, a una declaración...

¿Por qué vía les llega la víctima?

-Llega gente desde varios canales, tanto de juzgados como servicios sociales de base, que nos derivan a las víctimas. Un gran porcentaje nos llega nada más interponer la denuncia, porque contactaron con los psicólogos de urgencia y de ahí les asesoran. Otras víctimas nos las envían desde el juzgado cuando, por ejemplo, van a retirar una denuncia por violencia de género. La voluntariedad es prioritaria. Si la víctima no desea ser atendida, no la puedes atender. Hay otras que vienen al acabar el juicio o cuando tienen la sentencia y se está ejecutando. En otras ocasiones viene gente con un divorcio contencioso y complejo que no es propiamente víctima de un delito. Se pueden sentir así, y las acoges por ello, pero si el caso es claro que no hay un delito, la derivas a otro recurso psicológico.

¿Puede acudir cualquier víctima?

-Se comenzó con delitos graves o muy graves, pero la violencia de género es la reina de las atenciones, copa el 80% y el resto son delitos violentos y agresiones sexuales. La idea es ampliarlo a la víctima de cualquier delito que pueda haber causado un trauma y dejar secuelas. Ahora que en esta sede estaremos más visibles nos van a visitar más víctimas distintas. También recibiremos documentación para tramitar incapacidades civiles (500/año). Esto deviene de una problemática social que no se atendía, no había un filtro para saber si la petición de la incapacidad era necesaria.

¿Es conocido este servicio?

-Se me elige como enlace con los juzgados para buscar esa divulgación. Creo que la psicóloga de la oficina va a tener mucho trabajo y con solo una vamos a andar escasos. El número de gente que acuda dependerá mucho del voluntarismo de los jueces, que son los que nos pueden generar el trabajo. A partir de ahí, ayudaremos a comprender el procedimiento judicial, y para no revictimizar, trataremos de ser lo más discretos posibles. No se trata de que las víctimas cuenten otra vez la agresión sufrida.

¿En algunos procesos, en los que se llega a un acuerdo penal y la víctima no ejerce la acusación particular, no cree que la víctima puede sentirse desamparada o frustrada?

-La víctima queda fuera del acuerdo si no está personada. Ahí no vamos a sustituir al profesional de la abogacía, seremos más un recurso informativo. La reparación moral de la otra parte, a lo mejor, se ha podido trabajar con la mediación y si las secuelas del delito siguieran, podría acudir a terapia con nosotros. La ley 35/95 contempla ayudas económicas del Estado pero solo para casos excepcionales, gravísimos. El Estatuto de la Víctima tiene un envoltorio precioso, pero está vacío de recursos económicos.- E.C.