El Colegio Oficial de Enfermeras de Navarra-Nafarroako Erizainen Elkargo Ofiziala (COENAV) ha puesto en marcha un servicio de acompañamiento emocional para colegiadas y colegiados que hayan sufrido una agresión en su entorno laboral. Lola Pérez, enfermera especialista en Salud Mental, será la encargada de llevar a cabo el acompañamiento. “Es importante subrayar que lo que hemos comenzado a hacer es un acompañamiento emocional y no un tratamiento psicológico, que no tiene nada que ver. El objetivo es que las y los profesionales que han sufrido violencia, tanto verbal como física, primero reciban una valoración de sus situación analizando los recursos que tiene alrededor para hacer frente a la violencia sufrida, y después otorgarle las herramientas adecuadas para su estabilidad emocional y la vuelta al trabajo”, asegura.

Se trata de un acompañamiento de máximo cinco sesiones de una hora cada una. Este nuevo servicio, tienen como prioridad una atención inmediata. “La intención es que, el mismo día o como mucho 72 horas después de recibir la notificación de denuncia de agresión, estemos ya en marcha y podamos empezar con las sesiones. Somos conscientes que, aunque las notificaciones de violencia están en alza, muchas víctimas no denuncian por el tedioso trámite que exige. Ahora, queremos que este acompañamiento sea lo más inmediato posible y podamos ayudar a la víctima desde el primer momento”, añade Pérez.

Por supuesto, aclara la enfermera especialista en Salud Mental, en todo momento se mantendrá la privacidad de la persona afectada. “Aunque se pueda elaborar un informe de cada acompañamiento, en ningún caso aparecerán datos personales ni siquiera detalles del suceso. Me parece interesante poder registrar otros datos relevantes para poder mejorar la seguridad de los entornos laborales”, concluye.

Aumento de las agresiones en los últimos años

En 2024, el Colegio de Enfermería de Navarra recibió 264 notificaciones de agresiones. De esas agresiones sufridas en 2024 por las enfermeras y enfermeros navarros, 230 se produjeron en el Servicio Navarro de Salud-Osasunbidea. En números absolutos, y teniendo en cuenta que son la profesión más numerosa del SNS-O, las enfermeras aparecen como el estamento que más las sufre, por encima de los médicos (183), personal Técnico en Cuidados Auxiliares de Enfermería (158), Administración (138) y otros (45). Por el tipo de agresiones, sumando el SNS-Osasunbidea y los centros privados, 83 fueron físicas y 181 verbales. El 80% de las víctimas profesionales de estas agresiones son mujeres.

A la especialista en Salud Mental, le acompaña Elena Rincón, vocal de la actual junta del Colegio. “Son muchas las causas que hacen que esta violencia siga en aumento. Lo que sí hemos percibido los profesionales de la salud es que, desde la covid, la imagen con la que se ve al profesional sanitario ha cambiado. Pasamos de los aplausos a las ocho de la tarde a un peor trato. Yo creo que también se debe a que el paciente ha aumentado la exigencia al ser atendido y de ahí que, a veces, utilicen la violencia”, señala. “La cronificación de la falta de especialistas en Salud mental y los ratios también provocan que las condiciones de trabajo y la atención no sea la idónea. También se ha producido una escalad a en las notificaciones; por un lado porque aumenta la violencia, pero también porque existe una mayor sensibilización y porque han mejorado los sistemas para ejecutar las notificaciones”.

La prevención, uno de los objetivos a fomentar

Uno de los puntos que más quiere potenciar el Colegio de Enfermería, y que puede ayudar a desescalar esta violencia, es la prevención. “La prevención de la violencia es importante, y por ello, creemos que debemos hacer hincapié en dos ámbitos principalmente: la preparación del profesional ante la violencia, y la mejora de los entornos laborales. Debemos preparar a los profesionales para que sepan como responder, pero poniendo primero siempre la formación en comunicación no violenta, antes que la defensa personal”, aclara López.

“Por otro lado, muchos entornos laborales son inmejorables pero otros no. Hay consultas que, por ejemplo, tienen la puerta del lado donde se atiende al paciente, y el profesional no tiene salida. Hay que acondicionar los espacios para que existan maneras de pedir ayuda y haya escape en caso de violencia, sea el paciente o sea el profesional el que la sufre”, argumenta la vocal del Colegio.

Aunque de momento ningún colegiado ha solicitado el acompañamiento, ya está en marcha y disponible para todos ellos.