Maite Vergara Basterrechea era una joven dinámica y luchadora, como así lo demostró antes y durante la enfermedad. Cursó su estudios primarios en el colegio de Santa Catalina, de la calle Abejeras de Pamplona, y bachillerato en el Instituto Príncipe de Viana, hoy IES Plaza de la Cruz. Se licenció en Químicas en la Universidad de Navarra en el año 2002, era la segunda promoción. Al terminar la carrera, recuerdan sus padres Jesús Miguel Vergara y Marisa Basterrechea, viajó a Munich a hacer prácticas en la empresa Kraff. En 2004 se apunta a la convocatoria del Gobierno de Navarra y logra la beca en la Fundación Cetenasa. Enferma y es diagnosticada con una grave dolencia (esclerodermia o esclerosis sistemática) que le someterá a un declive multifuncional durante siete años, hasta su fallecimiento.
Perder su movilidad y tener que desplazarse en silla de ruedas no le impide seguir haciendo gala de su fortaleza, aunque cada vez sea más débil. Sigue sus estudios de alemán en la Escuela de Idiomas de Pamplona donde, además de lograr que se mejoren los accesos para las sillas de ruedas, consigue una beca de 700 € que le permitirá viajar a Berlín con sus padres y asistir a clase 15 días.
Los informes médicos del SNS-O y de aseguradoras vinculadas al Gobierno, a la empresa y a la propia beca, coinciden en la dificultad de conocer la causalidad pero el hecho cierto es que la joven enfermó, quedó incapacitada para trabajar y tuvo que recibir durante dos años diálisis por la insuficiencia renal originada por la enfermedad. Sus padres, su hermana y su hermano no le olvidan.
Hoy, desde la indignación, sus padres reclaman ser atendidos por la Justicia que, consideran, les ha dejado de lado. “Nuestra hija estaba sana y enfermó haciendo la beca”, apunta su madre que sonríe cuando recuerda las peripecias del viaje que hicieron a Berlín, “lo pasamos muy bien y ella se habría quedado, pero era imposible”.
Ahora afrontan una situación hostil. “Yo soy jubilado y que jubilado puede hacer frente a este desembolso” cuya cuantía aun desconoce. “Hay que tener en cuenta que esto le puede pasar a cualquiera. Hoy los becarios tienen cobertura, están amparados por la Seguridad Social y nosotros como nos pasado un poco antes, ¿nos fastidiamos? La Administración tendrá que responder y no solo no responde sino que nos machaca. El Constitucional es el último resquicio que nos queda”, indica Jesús Miguel Vergara.
Y añade, “nos vemos no solo indefensos y desamparados, sino agredidos por la Administración de Justicia porque no se nos atiende. Hay una sentencia que dice que no hay responsabilidad patrimonial, no estamos de acuerdo y por eso la recurrimos, pero al otro argumento no nos contesta. No solo no nos atiende sino que se nos castiga, se nos machaca con las costas. Además, llueve sobre mojado porque para acudir al Supremo tuvimos que pagar 3.000 € por que nos pilló la ley Gallardón, que quitó a los dos días, después de haber pagado”, lamenta. “Yo -tercia Marisa Basterrechea- me siento además desamparada por el Gobierno de Navarra porque pienso que no debiera permitir que paguemos esas costas”.