pamplona - Han pasado más de cinco años desde que entró en vigor la Ley 42/2010 de medidas sanitarias frente al tabaquismo, que supuso un gran avance, pero ¿qué medidas se pueden adoptar para reducir el número de fumadores?

-Esta ley sobre todo tenía como objetivo proteger a los no fumadores del humo pasivo del tabaco. En la encuesta que nuestra sociedad ha realizado hemos visto que todavía un 11,63% de navarros refieren estar expuestos al humo de tabaco en bares y restaurantes, casi un 6% en sus trabajos y luego en terrazas, hasta un 39%. Sabemos que el cumplimiento de la Ley es muy alto, entre un 95-98%, pero todavía echamos de menos que haya más supervisión, que haya una labor un poco activa por parte de las autoridades para detectar aquellos puntos, aquellos bares o restaurantes, aquellos lugares donde no se está cumpliendo. Pero bueno, en general estamos muy satisfechos.

¿La administración debería ampliar esos espacios sin humo?

-Sí, nosotros pedimos un avance de estas leyes. Por poner un ejemplo, una cosa que nos parece muy importante sería que no se pueda fumar en los coches donde van niños, que hay una evidencia clarísima de que el tabaco pasivo en los niños tiene unas consecuencias muy grandes, a nivel de problemas pulmonares y de otro tipo. Y sabemos que en un coche, con sólo un cigarrillo que se encienda, las concentraciones que se alcanzan dentro del vehículo son muy altas.

Según el último dato, el 23% de los navarros fuman y el objetivo que se marca el CNPT es llegar a un 5% en 2040. ¿Qué medidas se pueden adoptar para alcanzar esa cifra?

-Es necesario una combinación de medidas: la ampliación de los espacios sin humo, el aumento del precio y los impuestos, el empaquetado genérico o neutro, acabar con el contrabando de tabaco y legalizar otros productos como el cigarrillo electrónico. Con todas esas medidas combinadas, que plantea el Comité Nacional para la Prevención del Tabaquismo, parece que podría llegarse al objetivo final, que es ambicioso.

Hoy en día hay mucha información sobre el tabaquismo y los problemas que acarrea. ¿Qué hace que las personas sigan fumando?

-El principal motivo por el cual las personas siguen fumando es porque cuando lo dejan se sienten mal. Cuando pasan “x” horas que no han fumado un cigarrillo se sienten mal, el cuerpo pide, porque es una adicción. El tabaco es una droga. La nicotina es una droga potente. Es una droga socialmente aceptada, quiero decir que no es ilegal, sin embargo es una droga muy potente. No es fácil dejar de fumar. Un 70% de los fumadores quieren dejar de fumar pero no lo hacen o no se deciden, tienen un poco de miedo, porque cuando dejan se sienten mal. Luego hay fumadores también que disfrutan cada cigarrillo, pero la mayor parte de la gente es por eso.

¿Los cigarrillos electrónicos son inocuos? ¿Generan algún peligro?

-Nosotros al cigarrillo electrónico le vemos varios peligros: uno es que por medio del cigarrillo electrónico, ya que es un dispositivo que administra nicotina, una persona puede iniciarse y acabar siendo un fumador de cigarrillo tradicional. Por otro lado, el cigarrillo electrónico sobre todo lo utiliza gente que fuma cigarrillo normal y prueba a ver si con ese sistema puede ir dejando el tabaco tradicional, si bien no ha demostrado eficacia como un método para dejar de fumar. Pero, sobre todo, lo que nosotros pedimos es que eso se regule, porque no tiene nada que ver un cigarrillo electrónico que compras en una tienda, del que compras en el chino... Y, como no hay nada que lo regula, no sabemos exactamente qué composición tiene, el grado de nicotina que pasa al cuerpo... No está regulado, entonces hay un vacío legal que nos parece peligroso. Lo que pedimos es que se regule y que haya una normativa, para que pueda tener unos máximos de determinadas sustancias y eso esté claro legalmente. Después, a más largo plazo, ya se verá qué problemas tiene para la salud el cigarrillo electrónico, pero desde luego inocuo no diríamos que es.

¿Qué consejos le daría a una persona que quiere dejar de fumar?

-Lo primero le felicitaría y, si tiene una motivación importante, le diría que es posible dejar de fumar. Eso es lo primero. Mucha gente no lo intenta porque cree que es algo que le parece que le queda grande, que es algo como muy difícil o imposible para él, y no. Con una adecuada motivación, cualquier persona es capaz de dejar de fumar. En segundo lugar, le diría que pida ayuda. Sabemos que un 81% de la gente que deja de fumar lo ha dejado a pelo, sin ningún tipo de ayuda, y es una pena, porque cuando se busca ayuda es muchísimo más fácil. Y les diría que para buscar ayuda no se fíen de métodos mágicos; que vayan al centro de salud, donde su médico y su enfermera están preparados y formados para ayudarles a dejar de fumar. Por otro lado, le diría que tampoco tengan miedo a utilizar fármacos, porque son medicaciones que se han visto muy eficaces y que duplican la tasa de éxito. Claro, los fármacos tampoco son para todo el mundo, son para gente que tiene una dependencia a la nicotina. Hay personas que fuman poquito o que, por sus características, no desarrollan esa dependencia e igual no necesitan fármacos; lo pueden dejar sin ellos. Con un adecuado seguimiento y siguiendo los consejos, es muchísimo más fácil.

¿Qué mensaje le gustaría transmitir con motivo de Día Mundial sin Tabaco, que se celebra hoy?

-Como yo soy médico de familia, el principal mensaje que me gustaría transmitir es que se puede dejar de fumar, que los fumadores se animen, que vengan al centro de salud, consulten y pidan ayuda, porque los podemos ayudar. Y, para los jóvenes, el gran reto es que la gente no se inicie, porque esto es como una gran pecera llena de peces. Los médicos de familia, los neumólogos, las enfermeras, desde las farmacias..., intentamos sacar peces pero, si van entrando, la pecera nunca la vamos a vaciar. El gran reto sería que los jóvenes no empezaran.