san sebastián - La Policía francesa no logra salir de su asombro desde el pasado jueves, cuando sorprendió a un conductor vasco de 56 años ebrio que dio 4,75 gramos por litro de sangre en el análisis al que fue sometido, según información del diario Sud Ouest.

El hombre llevaba 240 kilómetros al volante del vehículo completamente borracho cuando le dieron el alto y, según parece, no sabía ni de dónde venía ni a donde iba, y al parecer también era incapaz de recordar cuánto alcohol había ingerido. De hecho, fue incapaz de soplar y por eso le llevaron directamente a un hospital cercano.

Al comprobar el estado del conductor, que emanaba un fuerte olor a alcohol, los gendarmes procedieron a hacer el control de alcoholemia pero el conductor fue incapaz de soplar en la prueba de aliento. Los gendarmes decidieron llevarle al hospital más cercano.

El caso se registró en una carretera del sur de Francia entre las Landas y la CAV, más concretamente en la autopista A-89 cuando una patrulla procedió a identificar al ocupante de un vehículo estacionado en el carril de emergencia en la vía que va de Burdeos a Perigueux, a la altura de la localidad de Saint-Seurin-sur-l’Isle.

La Policía asegura que es casi imposible dar con un positivo superior a los 3 gramos por litro, ya que se considera la frontera del coma etílico. Así, el hombre llevaba casi diez veces más de alcohol en sangre del permitido legalmente que se establece en Francia en 0,5 gramos, igual que en España.

lejos del anterior récord El más alto registrado en nuestro país es de 2,88 gramos de litro. Fue el pasado mes de febrero, en Vitoria. “Hacía muchos años que no se veía una alcoholemia tan elevada”, reconocía la policía local.

Al individuo, que tendrá que presentarse en el Tribunal Penal de Libourne en octubre para declarar, se le ha retirado el carné de conducir durante al menos seis meses. Se enfrenta a una condena penal debido al grado de embriaguez que llevaba al ser detenido.

Los responsables judiciales esperan que el conductor vasco pueda responder a alguna de las incógnitas que quedan sin respuesta. - D.N.