son muchos los estudiantes que en septiembre se plantearon un objetivo para poder elegir qué estudiar el curso que viene. De todos ellos, la mayoría probablemente habrá logrado su meta, pero solo unos pocos privilegiados podrán escoger entre prácticamente todas las carreras, ya que han rozado la perfección en una de las pruebas más importantes de cara a su futuro.

Todos ellos provienen de diferentes centros y localidades, pero, desde que terminaron los exámenes de la selectividad el día 7 de junio, les ha unido la incertidumbre por saber si finalmente podrían estudiar lo deseado.

“Iba a la Selectividad con la mentalidad de hacer Matemáticas y si lograba una buena nota, un doble grado de Matemáticas con Ingeniería Informática”, explica Edurne Ruiz Huguet, vecina de Ribaforada de 17 años y estudiante del IES Valle del Ebro (Tudela). Y, tras lograr un 13,81 con la nota ponderada, Ruiz baraja ya acudir a Logroño o Madrid para hacer el doble grado. Pero eso será después de un verano en el que, espera, “toca descansar”.

Daniel Sotelo, alumno de Maristas, confiesa que, sobre todo al principio, “estaba nervioso, pero luego me fui relajando”. El joven pamplonés que ha logrado una nota ponderada de 13,79 en la selectividad estudiará el grado de Ingeniería Industrial Internacional en el UPNA.

“Tenía miedo al examen de Lengua Castellana y me pude lucir en el de Química”, afirma Ander Aranguren, alumno del instituto Eunate, tras lograr 13,73 en la nueva EvAU. Aranguren tiene claro que estudiará el doble grado de Química y Bioquímica en la UN los próximos años tras acabar un año en el que “he estado a gusto con los compañeros”.

Al igual que Ander Aranguren, varios de ellos tienen en mente estudiar un doble grado. Pello Suárez, estudiante de El Redín, comenzará el grado de ADE y Derecho Biligüe en la UN tras “disfrutar en San Fermín y de Interrail con mis amigos”. Otro de ellos es Edilberto Esteban, que tras cursar Bachillerato en Zizur y realizar una selectividad en la que “te la juegas”, empezará, en septiembre, el doble grado de Administración y Dirección de Empresas con Derecho Internacional. Celia Carrasco es una amante de la escritura. Ha estudiado en el IES Benjamín de Tudela y, tras lograr 13,7 en la EvAU en la que “es imposible no ponerse nerviosa”, se matriculará en Filología Hispánica y Clásica en la Universidad de Zaragoza.

Laura Domínguez ha cursado Bachillerato en el Marqués de Villena de Marcilla: “La Economía me gusta muchísimo y tengo claro que quiero irme a Madrid a estudiar el grado en inglés en la Universidad Carlos III”. Ella asegura que “en la selectividad no da tiempo a ponerse nervioso”.

Dos de los que optarán por un grado de ciencias son Daniel Saenz, del IES Plaza de la Cruz con 13,475, y Clara Vidaurre, del colegio Luis Amigó con un 13,032 en selectividad. Saenz afirma que Segundo de Bachillerato es duro, pero que le ha ido bien y que, tras “un verano ocupado”, viajará a Barcelona para estudiar Ciencias Biomédicas. Vidaurre, por su parte, lleva admitida desde diciembre en el grado de Bioquímica en la UN y ahora piensa en “desconectar y sacarse el carné de conducir”.

El alumno que ha logrado 13,532 de Askatasuna, Anai Telletxea, ha vivido “un curso intenso, sin mucho tiempo libre”, porque ha compaginado Bachillerato con sexto de conservatorio. Su intención es estudiar el grado de oboe en el Conservatorio Superior de Zaragoza desde septiembre.

la hora de decidir Dentro de este grupo también existen los indecisos. Alguno de ello, a pesar de estar a pocos días de tener que decidir, todavía no se han decantado por su opción definitiva. Miguel Baigorri, alumno de Teresianas, con un 13,625 en la selectividad, asegura que Ciencias de Datos en la UPNA es el grado que más le atrae, pero que todavía no ha descartado la opción de hacer Matemáticas en Zaragoza. Aitor Rubio, de Navarro Villoslada, tras lograr 13,467 en la EvAU, sabe que estudiará algo relacionado con la investigación en el campo de las ciencias de la salud, pero todavía no sabe el qué. Irene Sarrias, alumna del instituto Iturrama, ha logrado un 13,292 y asegura que “durante el curso quería hacer Medicina, pero ahora estoy un poco perdida”.

Estos son solo algunos ejemplos de los muchos alumnos que han logrado sacar la selectividad y que estos días están decidiendo su futuro.

El Post-it

Lengua, entre las más difíciles. Muchos de estos alumnos coinciden en que el examen de Lengua Castellana es el que peor les salió o al que más miedo le tenían. Entre los alumnos que han logrado una nota superior a 13 sobre 14 este ha sido el examen al que más inseguros han ido (no todos). Por los nervios que supone el primero, por la determinación que supone el tipo de texto que entre o por tema de gustos, este grupo de alumnos coincide, prácticamente en su totalidad, en que “Lengua fue uno de los peores”.