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Orreaga Ibarra ‘toma el pulso’ al euskera como lengua viva y social

La investigadora de la UPNA publica el libro ‘El euskera de ayer y de hoy: variación y contacto’

Orreaga Ibarra ‘toma el pulso’ al euskera como lengua viva y social

Pamplona - La profesora de la UPNA Orreaga Ibarra toma el pulso al euskera con su libro El euskera de ayer y de hoy: variación y contacto, editado por Pamiela. El trabajo de esta experta en Filología y Didáctica de la Lengua tiene el mérito de abordar el idioma como algo vivo en una sociedad en evolución. Así estudia cuestiones como el uso entre los jóvenes con las nuevas tecnologías, la influencia de otros idiomas más poderosos como el castellano, el francés o el inglés; el clásico debate de los dialectos...

Orreaga Ibarra parte de la idea de que “el euskera es una de las señas de identidad de Navarra, y como bien inmaterial común que es, debería ser protegida y no relegada a una posición secundaria. Todo ello sin olvidar el derecho de las personas a expresarse, derecho que debe ser respetado, más que nadie por las instituciones públicas”. Y añade una reflexión más: “Una lengua pequeña como el euskera -que muchos quisieran más pequeña aún- rodeada por otras tan poderosas y con gran número de hablantes (castellano, francés, inglés) tiene que superar evidentes escollos. No es objetivo de este libro enumerar estas grandes dificultades a las que se enfrenta, dado que son otros los que se ocupan de ello, sino analizarla desde su naturaleza más íntima y rastrear los rasgos de su variación a través del tiempo, del espacio y de los hablantes”, resume.

“Este libro sí que recoge gran parte de las inquietudes sobre el euskera de hoy y sobre la variación que ha sufrido y que se está registrando hoy en día. Viene a llenar un hueco en el ámbito de las investigaciones lingüísticas sobre la variación en la lengua, algo innato a ella, un signo de riqueza y una manifestación de la capacidad del ser humano. El análisis se hace desde mi visión como enamorada de la variación a todos los niveles: geográfica, de género, de edad, de estilo”, comenta.

“En definitiva, el paso del tiempo y sus consecuencias, su rastro en la lengua ha sido el motor de la investigación. Hemos procurado escribirlo en un lenguaje muy accesible, que refleje cuestiones que aparecen de manera más árida en otros tratados. Por tanto, nuestro objetivo es huir de un lenguaje rebuscado y acercarlo en la medida de lo posible al lector común, sin por ello olvidar el rigor que le corresponde, así como la necesidad de basarse en trabajos científicos”. “He tratado de dar una visión didáctica, con un lenguaje llano que se adentre en cuestiones lingüísticas y de uso de la lengua en la vida diaria”, comenta.

El libro se divide en cuatro partes. El primer capítulo está dedicado al euskera y a su diversidad, al batua y a los dialectos, desde un punto de vista de los amantes de la variación, de los que miran a la lengua y dejan abiertas las puertas a la variación en todos sus aspectos, incluso en los más íntimos, desde la consideración de que un dialecto es tan válido como el estándar.

En el segundo capítulo se centra en la variación del uso de la lengua en diferentes grados: la diferencia entre el euskera de los jóvenes y el de los adultos, y en cómo, poco a poco, se está gestando un salto gradual entre el habla de unos y otros. Un apartado especial se dedica la a influencia de una generación plurilingüe que utiliza las redes sociales.

En el tercer capítulo se analiza la convivencia en influencia mutua entre el castellano y el euskera y el último estudia el lenguaje juvenil en la edad de internet dentro de lo que es “una constante negociación entre lo local y lo global; en este campo se están desarrollando nuevos e interesantes estudios y hacia ellos encaminamos la investigación”, concluye Ibarra.

Del enriquecimiento mutuo al ‘euskañol’. El libro recoge diferentes interactuaciones entre el castellano y el euskera, un proceso similar a lo que le pasa por ejemplo al inglés con el español en EEUU. Si de esa mezcla surge lo que se llama el “spanglish”, por nuestra tierra ha dado lugar el fenómeno conocido como “euskañol”. Existen traslaciones de estructuras, préstamos de léxico en dialectos, direcciones, erderakadas (calcos del castellano) y al revés ya que el vocabulario en euskera se está colando en el español. Esto se ve sobre todo en el habla juvenil al que se dedica otro capítulo propio.

Algunos ejemplos.

-“Felicita a los aitas”. (padres)

-“Dale muchos musus”. (besos)

-“Ez dugu ezer pintatzen” (No pintamos nada)

-“Eske oso garestia da” (Es que es muy caro...)

-“Zu, zer moduz por Francia?” (mezcla de dos idiomas)

El nuevo discurso informal de los jóvenes bilingües. Las nuevas generaciones de vascoparlantes están generando un doble fenómeno. Por un lado, tienen esa mezcla entre castellano y euskera, y por otro, están creando un nuevo léxico y expresiones fruto de un tiempo abierto a otras lenguas (inglés), internet, el WhatsApp... Todo ello no está reñido con que sean hablantes con buen conocimiento gramatical y de la lengua (muchos tienen el EGA y cursan carreras) pero que luego usan un registro coloquial según ambientes.

Nuevas palabras. Algunas vienen de préstamos de lenguas, sobre todo del castellano, pero también del inglés:

-“Liatu naiz”.

-“Aluzine”.

-“Subidoi”.

-“Ze pasote!”.

-“Kolgatuta egon”.

-“Bale, noseke, benga...”.

-“Banoa deshopping”.

-“Desfasatu”.

Prefijos y sufijos de moda.

-“Superona, superlasai, superpozik”...

-“Flipatuta”. (Viene de “flip” en inglés).

-“Mobida”.

Palabras que se acortan.

-“Gazte” (Gaztelania)

-“La Txan”.

Cambios de significado.

-“Kaña eman” (dar caña)

-“Belarria jan” (comer la oreja).

Internet y los móviles. Las nuevas tecnologías están generando todo un nuevo mundo lingüístico con mucha alternancia entre castellano y euskera; uso de siglas (zmz= zer moduz zaude) números (A2=ados), sustitución de las “qu” por “k”...