pamplona - Expertos de la Red de Investigación sobre Bólidos y Meteoritos (SPMN), en colaboración con la red europea Fripon (Fireball Recovery and InterPlanetary Observation Network), continúan investigando el meteorito que el pasado sábado cruzó el norte peninsular.
El suceso se produjo hacia las 22.15 horas del pasado 22 de diciembre cuando un bólido o meteorito, de intenso color verde se pudo ver sobre los cielos de la Península y en el sudoeste francés y produjo posiblemente varios fragmentos, algunos de los cuales podrían haber llegado a la Tierra en forma de meteoritos, existiendo la posibilidad que alguno alcanzara la superficie navarra.
El fenómeno pudo verse con claridad en la Comarca de Pamplona, donde, además, muchas personas percibieron una explosión y un incremento del brillo del bólido, lo que podría indicar que una parte del meteorito se desgajó del mismo y cayó al suelo.
En este sentido, el director del Planetario de Pamplona, Javier Armentia señaló que, aunque en muchas ocasiones parezca que el bólido pasa muy cerca del suelo, en realidad cruza el cielo a una altura de 70 a 100 kilómetros, a una velocidad de 20 kilómetros por segundo o más.
Armentia explicó que un bólido es un fragmento sólido, que va de unos pocos centímetros a varios metros de diámetro, que entra en la atmósfera a gran velocidad y se quema por la fricción con el aire, lo que genera un destello y una traza que se ve desde la superficie de la Tierra. El director del Planetario apuntó que no es raro el avistamiento de estos cuerpos y recordó que cada día cae a la Tierra media tonelada de material de este tipo.
Aunque “es difícil encontrar fragmentos”, Armentia subrayó la importancia que tiene estudiar los restos de meteoritos al tratarse de material procedente del espacio y así poder determinar con detalle las características del objeto que entró en la atmósfera y la trayectoria que siguió.
Desde el primer momento, y gracias a la colaboración ciudadana a través de las redes sociales y los medios de comunicación, se pudieron ir recabando numerosas informaciones sobre este avistamiento.
Asimismo, la Red de Investigación sobre Bólidos y Meteoritos, que reúne a expertos científicos especializados en el seguimiento y análisis de estos fenómenos, ha estado recogiendo los informes y obteniendo la información no solamente de su red de cámaras sino también localizando imágenes y vídeos que pudieron registrar el paso del meteoro.
A estos datos se añaden registros sísmicos generados por la onda de choque producida por la bola de fuego en su trayecto hipersónico. En varias comarcas navarras se pudo oír este fenómeno, que también produjo vibraciones en cristales.
Los expertos integrados en la Red de Investigación sobre Bólidos y Meteoritos, en colaboración con Fripon, que dispone de cámaras en cinco países europeos, ya han hecho una primera reducción de los vídeos y fotografías de la bola de fuego, que indica que acabó a unos 50 kilómetros de altura, por lo que es difícil que hayan sobrevivido meteoritos.
En cualquier caso, los reportes de “boom sónicos” y los posibles registros sísmicos generados por la onda de choque producida por la bola de fuego en su entrada a velocidad hipersónica hacen que se continúe trabajando para obtener más detalles. - D.N.
¿Qué es un bólido? También conocido como meteorito, un bólido es un cuerpo rocoso, que va de unos pocos centímetros a varios metros de diámetro, procedente de la disgregación de los asteroides o de la fragmentación de algún cometa, que entra en la atmósfera a gran velocidad y se quema por la fricción con el aire, lo que genera un destello y una traza que se ve desde la superficie de la Tierra, y que suele estallar en pedazos de modo que provoca la caída de fragmentos.
500 kg
Cada día cae a la Tierra media tonelada de material espacial.