Fomento abre otros 6 km de la Autovía a Jaca, en obras desde 2005

pamplona - El Ministerio de Fomento puso ayer en servicio el tramo de la Autovía de Jaca de 6 kilómetros de longitud que discurren entre Santa Cilia y Puente la Reina de Jaca, de la Autovía de los Pirineos (A-21) de Jaca a Pamplona, en la provincia de Huesca, un tramo con lo que se mejora sensiblemente el denso tráfico que se intensifica en estas fechas entre los aficionados al monte y al esquí. Con los 6 km de este nuevo tramo, la A-21 entre Jaca y Pamplona, suma ya más de 30 km en servicio en Aragón, si bien quedan aún 27 kilómetros sin hacer en el contexto de una obra que ha sufrido continuos retrasos y aplazamientos por parte de la Administración del Estado.

La autovía A-21, junto con las autovías A-23 (entre Jaca y Huesca) y A-22 (entre Huesca y Lleida), constituirá una alternativa al valle del Ebro para comunicar la cornisa Cantábrica con Cataluña. El tramo de A-21 Santa Cilia-Puente la Reina abierto ayer al tráfico se suma a los tramos de este corredor puestos en servicio en 2019 en la provincia de Huesca: Congosto de Isuela-Arguis y Alto de Monrepós-Caldearenas-Lanave en la A-23, y Jaca-Santa Cilia en la propia A-21.

El presupuesto de las obras, según informa el Ministerio de Fomento, asciende a 37,9 millones de euros, importe que sumado al coste estimado de las expropiaciones y de las asistencias técnicas vinculadas a las obras, arroja una inversión total de 43 millones de euros. Destaca el Ministerio que “la apertura al tráfico de este tramo aumenta la seguridad vial y potencia Aragón como destino turístico y de ocio, respetando el alto valor ambiental de la zona”.

Con este tramo entrarán en servicio dos enlaces, el de Santa Cilia, al inicio del tramo y el de Puente la Reina, que servirá, además, de conexión provisional con la N-240. La tipología de los enlaces permitirá realizar todos los movimientos, incluido el cambio de sentido. Como obra singular destaca el viaducto sobre el Aragón Subordán, que está compuesto por dos tableros de 447 m de longitud y 13,5 m de anchura. - D.N.

NAVARROS, A COGER LOS ESQUÍS

La autovía beneficia a las pistas oscenses. La apertura de otros seis kilómetros de la Autovía del Pirineo pone a partir de ayer todavía un poco más cerca a los aficionados al esquí de Navarra de las pistas oscenses que se encuentran repletas de esquiadores en estas fechas. Trayecto más próximo, rápido y, en principio, seguro. La gran cantidad de nieve caída durante el mes de noviembre en el Pirineo oscense permitió a las estaciones más frecuentadas por los navarros (Formigal, Panticosa, Candanchú, Astún y Cerler) anticipar su fecha de apertura. Nada más abrir, las cinco estaciones del Pirineo oscense disponían de 180 kilómetros de domino esquiable. Formigal-Panticosa ofrecía 102 kilómetros, mientras que Candanchú-Astún se mueven en torno a 57. En Cerler, el estreno de temporada compromete 21 kilómetros. El manto de nieve era generoso y los operarios de las pistas pudieron trabajarla en superficie para dejarlo todo en buen estado.