llo vivió con expectación y ansiedad la jornada de ayer mientras se desarrollaban en Suiza los trabajos de búsqueda de su vecino Diego Maeztu. La noticia de su interrupción por el mal tiempo fue también una jarro de agua fría para las expectativas de encontrarlo con vida. En la calle, los vecinos rehusaban hacer declaraciones pero algunos conocidos se atrevieron a contestar, "todavía nos queda la incógnita de encontrar a Diego".

Con todo el comentario más común fue la defensa de varios vecinos de Allo de la profesionalidad de los conformantes del grupo que sufrió la avalancha y que se llevó la vida de Mikel Lasa, Mikel Zabalza y Andoni González y que arrastró y ocultó también a Diego Maeztu. "Era un grupo muy preparado" nos comentó una integrante del club Kat Team "Las expediciones que nos organizaron siempre hicieron gala de mucha seguridad y daban muchas confianza". En Este sentido se expresó también Javier Munárriz, otro de los habituales en las expediciones del Kat Team, el club local de espeleología, y que lleva practicando el descenso de cañones desde hace 23 años. "La experiencia que tenían los cuatro integrantes era muy superior a la de la mayoría de los guías que hemos conocido, una experiencia que la habían conseguido en muchas horas de trabajo". "Conozco la precisión y soltura con la que se manejaban en los cañones y eran muy buenos. Yo empecé mucho antes, pero fueron ellos los que evolucionaron".

Munárriz también describió la alta calidad del material que portaban "es de lo mejor, tanto en calzado especial como los trajes de neopreno o las cuerdas estáticas. En especial Diego Maeztu era muy bueno en el tema de instalaciones y anclajes". Con la voz apagada por la angustia por la perdida de sus compañeros, Munárriz destacó una de las claves que pudo confundir a la expedición. "El parte meteorológico daba una precipitación de un litro, algo perfectamente asumible para ese barranco, pero cayeron 30 de golpe". Con todo, entre los amigos de Mikel y Diego se comentaba que "estaban haciendo lo que más les gustaba" algo que describe también la entereza con la que sus allegados están viviendo estos momentos de incertidumbre en los que la esperanza no se ha esfumado.