a se habían hecho a la idea de que estas navidades no se iban a juntar con el resto de su familia. Beatriz Zandio y Rodrigo Espinedo y sus cuatro hijos -Rodrigo, Miguel, Juan y Fermín- tenían la intención de pasar la Nochebuena y la Navidad los 6 juntos, sin juntarse con sus abuelos, tíos y primos. Pero lo que nunca pensaron es lo que al final ha acabado sucediendo: la covid-19 les ha obligado a pasar estos días separados después de que Rodrigo (padre), Miguel (de 8 años) y Juan (de 4) dieran positivo el pasado día 20. Por un lado, en su casa se han quedado los contagiados y por otro lado Beatriz, Rodrigo (el hijo mayor de 9 años) y Fermín (el pequeño de 2) se han marchado a casa de la abuela, aprovechando que está en el pueblo.

"Lo hablamos y ya sabíamos que con mis hermanas y con las hermanas de mi marido no nos íbamos a juntar, tampoco con las abuelas, pero lo que no pensábamos es que no íbamos a poder estar juntos los seis", relata Beatriz, que es neuróloga en el CHN. Comenta que han sido unas celebraciones raras y distintas, pero que han sabido encontrar la manera de disfrutarlas, aunque haya sido de una manera diferente: "Siempre he tenido la ilusión de cenar en Nochebuena huevos fritos con txistorra y patatas fritas, es una comida riquísima y a veces nos vamos a lo complicado, así que cenamos eso. Y en mi casa mi marido está sin olfato y sin gusto, así que le da un poco igual, pero las abuelas han cocinado buena comida para los tres".

Los niños "normalizan enseguida la situación", señala Beatriz, y apunta que son ellos los que lo están llevando peor y no se acostumbran a "tener que cenar haciendo una videollamada para poder vernos". "A los niños les está costando porque están acostumbrados a jugar mucho juntos, pero se adaptan, a nosotros nos está costando más. Además, ellos han sido asintomáticos todos y nosotros lo hemos pasado algo peor, ahora mi marido está con bastante dolor muscular, pero bien dentro de lo que cabe", destaca la neuróloga.

Y es que la historia de esta familia con el virus se remonta al 8 de diciembre cuando Beatriz dio positivo en covid-19 y, al día siguiente, lo hizo Fermín. Así que madre e hijo se confinaron en una habitación 12 días, hasta el 20 de diciembre, cuando ya pudieron salir. "Ha sido pesado, sobre todo para mí que estuve casi 8 días con fiebre y ahora se me ha quedado una disnea como residual. El bebé lo ha pasado como si nada y ha estado contento porque la verdad que se entretiene con cualquier cosa. Con la tontería llevamos casi un mes aislados, más vale que tenemos amigos que nos han hecho la compra y nos han ayudado", explica.

Al salir, les hicieron PCR al resto de la familia y dieron todos positivo salvo Rodrigo (el hijo mayor) que es el único miembro que de momento ha esquivado al virus. "Al final ahora de lo que se trataba era de aislar a Rodrigo que era el único negativo. Así que él y Fermín y yo, que ya lo hemos pasado, nos hemos venido a casa de mi madre para poder estar más tranquilos", relata. Si todo va bien, el día 31 acabará la cuarentena de su marido y de Miguel y Juan y ese día se le volverá a hacer una PCR a Rodrigo. "Esperemos que vuelva a dar negativo y así la Nochevieja y el Año Nuevo podremos pasarlos los seis juntos", comenta Beatriz.