- Tras un mes en constante crecimiento en cuanto al número de casos, Navarra consiguió por fin remitir los contagios acumulados por semana -aunque ligeramente, tan solo un 8%, bajando de 1.576 a 1.458-, una disminución que llega una semana después del nuevo paquete de restricciones que decretaron el cierre de los interiores de bares y restaurantes y la limitación de la reuniones en domicilios a convivientes.

Aunque en la evolución de la pandemia de covid-19 no se aplique una fórmula exacta, lo cierto es que tras casi un año aprendiendo diariamente de ella y en plena tercera ola, su comportamiento se está ajustando a los tiempos que maneja Salud. Así las cosas, tras una continua subida en los contagios tras las Navidades -después de las cuales se llegó a duplicar casos en apenas dos semanas-, desde la consejería se tomó la decisión de prohibir fumar en movimiento, adelantar el cierre de los establecimientos hosteleros una hora (hasta las 21) y de reducir al 30% el aforo de grandes y medianas superficies a partir del 15 de enero. Estas medidas tibias, algunas de ellas no contempladas en una hoja de ruta en la que se habilitó para la causa un "nivel 3 reforzado", no tuvieron el resultado deseado, y el incremento en el número de infectados se trasladó a la presión hospitalaria, pasando de niveles medios de alerta a altos e incluso muy altos en apenas unas jornadas.

Por ello, apenas ocho días después del primer paquete de medidas del presente año, entró en vigor el segundo, éste más duro y también adentrado en un nivel de alerta al uso llamado "4 anticipado" que ha permitido que la situación epidemiológica se estabilice.

Junto al número de positivos, otro de los indicadores que también se encuentra en plena bajada es el de la tasa de positividad, que ha pasado del 7,9% al 6,5%. Aunque estos porcentajes incluyan los cribados masivos realizados -que siempre dan un reflejo algo distorsionado de la situación al hacerse muchas pruebas con muy pocos positivos- lo cierto es que ha bajado 1,4 puntos, fijando un número más cercano al 5% que considera la OMS para considerar la pandemia como controlada.

Otro de los cálculos de Salud incluía que los crecimientos en casos repercutían en ingresos en planta a las dos semanas y a las camas UCI en tres. El escenario rápidamente cambiante hizo que se activase el protocolo de contingencia de alto riesgo, e incluso se comenzasen a preparar 9 puestos UCI más. Pero, tras dos semanas viendo como el número de ingresos no paraba de ascender -de la segunda semana del año a la cuarta incrementaron de 42 a 102-, el número de hospitalizaciones también ha visto reducido su número, pasando de 102 a 73.

Esto ha permitido que, a pesar de que enero cerrase con 120 ingresos más que el pasado mes de diciembre, la situación en los centros hospitalarios se haya estabilizado. Mientras el domingo 24 un total de 205 personas permanecían ingresadas por covid, esta cifra tan solo se ha incrementado a dos respecto al 31. En cuanto a las camas UCI, la situación ha empeorado ligeramente puesto que se ha incrementado en 4 camas más -pasando de 31 a 35.

La situación de estabilidad general en los indicadores se ve empañada por el número de fallecimientos. Tras tres semanas de decrecimiento, el número se ha multiplicado por dos en la última, pasando de 13 a 27. En cuanto al balance mensual, enero presenta mejores datos que octubre, noviembre y diciembre, pero el registro de decesos es delicado puesto que es el último en notar los aumentos de un efecto dominó del que nunca se sabe en qué pieza nos encontramos.

28/12-3/1. 766 casos.

4-10/01. 1.070 casos.

11-17/01. 1.360 casos.

18-24/01. 1.576 casos.

25-31/01. 1.458 casos.

Ingresos

Fallecimientos

Positivos

Ingresos

Fallecimientos