El coordinador ejecutivo de UCI de los hospitales públicos y privados de Navarra, Juan Pedro Tirapu, destacó que en la organización de la capacidad de los puestos de críticos en Navarra llegó “donde tenía que llegar”, algo que consiguió con capacidad de anticipación y trabajo multidisciplinar, por ejemplo con las previsiones que se usaban en la Universidad Pública de Navarra que trabajaba con modelos matemáticos de evolución por lo que “iba montando, si no cada día, cada semana, sabiendo lo que nos venía”.

Durante su intervención en la comparecencia parlamentaria que tuvo lugar ayer, Tirapu también desveló que ha habido “un acuerdo” entre intensivos y el departamento de Salud para “dejar de hablar de tanto por ciento de camas de UCI”. El Ministerio de Sanidad toma el porcentaje como un indicador para valorar el nivel de alerta -de hecho, ayer colocó a Navarra en el nivel 3 junto con Canarias y Cantabria tras destensar la presión en este área, que se encontraba, según sus datos, en el 23,1%-, pero en la hoja de ruta que marca las restricciones en la Comunidad Foral el número es entero y se demarca, por ejemplo, con más de 20 el nivel “alto” y más de 30 el nivel “muy alto”.

“Hablar de porcentaje de camas UCI ocupadas cada día no va a ningún sitio y es un lío”, aseguró, ya que esta forma “ha dado lugar a problemas de números que genera cierto malestar en el personal y no es necesario”.

En la misma línea se pronunció el director general de Salud, Carlos Artundo, que explicó que se ha acordado “hablar de números absolutos: de camas en intensivos ocupadas por enfermo covid”, asegurando que la variación en los porcentajes “no tiene que ver con la mentira” sino porque cambian conforme “se han ido ampliando el número de camas de críticos”. “Y esa es la explicación sencilla sin necesidad de buscar otra explicación que no se corresponde con la realidad”, concluyó.

Respecto a la actividad hospitalaria, Tirapu indicó en estos momentos “está todo abierto” y “veremos cómo vamos cerrándolas para aumentar las intervenciones quirúrgicas”.

Asimismo, aseguró que en la segunda ola “hemos tenido las cosas más controladas” y “hemos aprendido exactamente qué es lo que tenemos que hacer”, y que en la tercera ola “el número de pacientes en la tercera ola ha sido algo más contenido”.

Tirapu también tuvo tiempo para reconocer el trabajo de sus compañeros en todos los sectores, acordándose del “trabajo conjunto” con áreas como la enfermería, con la que se ha tenido contacto permanente; farmacia, que ha ido marcando el distinto tratamiento que necesitaban los críticos afectados por un nuevo virus, carpinteros, informáticos, servicios generales encargados de hacer las compras, o el comité de Bioética, que “se montó rapidísimo” con profesionales jubilados, intensivistas y distintas personalidades “sobresalientes” y “ayudó mucho en temas relevantes”.

“En muchas ocasiones durante el inicio de la pandemia se puso el énfasis en la estructura o el material, cuando lo fundamental ha sido el personal”, sentenció.