Cecilie Thorup Laursen tiene 23 años y es natural de Aarhus, en Dinamarca, donde estudia Comunicación Internacional de Empresas en español. El pasado 8 de enero llegó a Pamplona para cursar su estancia académica Eramus en la Universidad de Navarra.

A pesar de que el mundo entero se encuentra luchando contra la pandemia de la covid-19, Thorup no se lo pensó dos veces y decidió venir a Navarra cuando se le presentó la oportunidad. "Pensé que era muy importante para mí venir aquí para mejorar el idioma. También para vivir una cultura diferente con los estudios", explica esta joven que comenzó a aprender español cuando tenía 16 años, en el instituto. "Para mí era más interesante hacer la carrera en este idioma que en inglés, porque en general allí el inglés es un idioma que la gente domina, y quería hacer algo diferente", asegura. En general, esta estudiante danesa entiende bien a los profesores de aquí, "aunque a veces hablan muy rápido", y asegura que está disfrutando al "máximo" su experiencia Erasmus en Pamplona. "Creo que la gente aquí está muy enfocada en hacer planes sociales, dentro de las posibilidades que hay, aunque sean todo un poco diferente. Estoy muy contenta", comenta.

Sobre la situación que se vive en Dinamarca debido al virus, señala que es muy diferente a la de aquí. Allí, por ejemplo, explica que los estudiantes no pueden acudir a la universidad físicamente, porque todo se imparte online. En cambio, casi todas sus clases en la Universidad de Navarra son presenciales. "Prefiero poder ir a la uni y así aprovechar al máximo la experiencia y poder conocer a gente nueva", señala. "Por otra parte, comparándolo con la situación en Pamplona, allí los restaurantes y los gimnasios están cerrados y no se puede practicar deporte. Solo están abiertos supermercados y farmacias". A pesar las restricciones, asegura que en Dinamarca la situación no está en sus mejores momentos, y que por ello le exigirían cumplir unas reglas para regresar, como dar negativo en un test de antígeno u PCR y también pasar por un periodo de cuarentena.

Sin embargo, explica que en su país nunca llegó a haber confinamiento estricto domiciliario como en España y que tampoco han aplicado el toque de queda, ni es obligatorio el uso de la mascarilla fuera de los edificios. "Ha sido un poco difícil acostumbrarme a esto pero ahora ya lo estoy", declara.