La Cámara de Diputados de República Checa aprobó ayer un proyecto de ley que establece una indeminización monetaria para mujeres que fueron obligadas a esterilizarse entre 1966 y 2012.

La iniciativa, que pasará ahora al Senado para su consideración, ha salido adelante con 120 votos a favor, uno en contra y 29 abstenciones. En concreto, supone el pago de 300.000 coronas checas (unos 11.700 euros), una compensación que no estará sujeta a impuestos, según recogió CT 24.

La diputada Pavla Golasowska recordó que un gran número de mujeres no fueron informadas sobre el procedimiento que se les iba a realizar y, en otros casos, dieron su consentimiento para someterse al proceso coaccionadas por amenazas, como por ejemplo que les quitarían a sus hijos, informó la agencia DPA.

Las miembros de la minoría romaní en República Checa se vieron particularmente afectadas por las coerciones. Se estima que unos 250.000 miembros de esta minoría viven en el país europeo.

Por su parte, durante el debate, el diputado conservador Bohuslav Sobotka rechazó la culpabilidad de los ginecólogos que practicaban estas esterilizaciones. A su juicio, fue “un error en el sistema comunista” antes de que llegara el año 1989.

Otros políticos, no obstante, acusaron a los profesionales sanitarios de “hipocresía”. Hasta el momento, las esterilizaciones forzadas no tuvieron consecuencias penales para los doctores implicados en su realización.

Un grupo minoritario que tuvo que luchar por varios años para que las autoridades las incluyeran dentro de esta nueva medida que busca de alguna manera reparar el daño ocasionado por el Gobierno en el pasado. Fue un método que se utilizó para controlar el crecimiento de la población gitana.

Las primeras gitanas fueron esterilizadas a finales de los sesenta. A pesar de que el procedimiento se abolió en 1990, los médicos siguieron con la práctica.