avBiotec quiso aprovechar ayer la cercana fecha del 11 de febrero, Día Internacional de la Mujer y la Niña en la Ciencia, organizando la mesa redonda Mujeres en la biotecnología navarra. Las invitadas fueron Gloria González, subdirectora del CIMA y cofundadora de la compañía de terapia génica Vivet Therapeutics; María Sola, Managing Director en Neurofix; Susana Sánchez, cofundadora de MOA Foodtech y docente en la Universitad Pública de Navarra; y Beatriz Torres, presidenta de la Asociación de Biotecnología de Aragón. La apertura corrió a cargo de la directora de Innovación del Gobierno de Navarra, Agurtzane Martínez, quien reivindicó “la visibilización de la mujer en el entorno científico, porque por mucho tiempo han estado relegadas a un segundo plano y hay que defender un acceso igualitario al ámbito de la ciencia”.

María Sola inició el encuentro explicando cómo cursó la licenciatura de Biotecnología en la Universidad de León. Más tarde optó por el máster en I+D+i de Nuevos Medicamentos en la Universidad de Navarra y participó en la creación la empresa multinacional farmacéutica Cinfa.

Tomó el relevo Susana Sánchez, graduada en Biología que fundó Moa Foodtech en septiembre de 2020. Por su parte, Gloria González, licenciada en Biología por la Universidad del País Vasco, habló de su postgrado en Madrid y Nueva York y de su implicación en la aparición de Vivet Therapeutics, con sede en París y Pamplona.

La última en presentarse fue Beatriz Torres, cuya andadura científica la ha llevado a Jyväskylä (Finlandia), la Universidad Autónoma de Madrid, donde asistió al máster en Biomedicina Molecular, y a la Asociación de Biotecnología de Aragón.

Sola comentó que “para formarse y progresar hay que tener inteligencia emocional porque es necesaria para gestionar equipos”. Torres puso el énfasis en “la gestión del tiempo, saber cuándo hacer una tarea u otra”.

González resaltó la importancia de “la dedicación”, de “creer en lo que estás haciendo”. “Hay que saber lo que queremos y, sin importar de qué se trate, ponerle muchísima pasión”, apuntó. Sánchez trató “la relevancia de la diversidad en el entorno laboral”, porque así “cada uno puede aportar a los proyectos comunes desde su propia perspectiva”.

Sola constató “un peso cada vez mayor de la mujer en la ciencia”. Puso como ejemplo que “ahora se valora más la dimensión afectiva, en la que las mujeres suelen tener mayor capacidad que los hombres, para resolver conflictos entre compañeros de trabajo, y eso da lugar a unas sinergia estupenda”.

Torres afirmó no haber recibido “un trato diferencial, por ejemplo, en cuanto a las calificaciones de los exámenes o las preguntas hechas en las entrevistas de trabajo”. En ocasiones ha oído rumores “de hombres a quienes les cuesta asumir que tienen a una mujer como su superior”, pero advirtió de que se trataba de “algo anecdótico” e insistió en que siempre se ha sentido “muy cómoda” en sus equipos de investigación.

González afirmó que “ante era más habitual sufrir machismo, incluso de otras mujeres, que hacían críticas por trabajar tantas horas o estar menos tiempo con los niños en el parque”. Aseguró no obstante que “esto está cambiando”. Hizo asimismo mención de los peligros que podía acarrear la discriminación positiva, ya que “puede transmitir la idea de que una mujer está en un puesto solo por cubrir la cuota, así que tiene que hacer un esfuerzo extra para demostrar que realmente se merece estar ahí”.

También destacó las diferencias entre países en sus políticas. Explicó, por ejemplo, que “en los Países Nórdicos hay bajas por maternidad muy largas, de 18 meses, y eso es un problema porque la investigación avanza muy rápido; si desconectas tanto tiempo tu carrera científica se acaba”. Ella conoce a “científicas excelentes que han dejado la ciencia por esto”.

Considero preferible “el sistema español de compartir la baja con tu pareja, porque permite retomar el trabajo con mayor facilidad”. Concluyó que “la situación de la mujer en España, al contrario de lo que se suele creer, no es peor que la de otros países europeos”. Su creencia está respaldada por el índice de desigualdad de género, que clasifica al Estado español como el 16.º más igualitario de un total de 162 países.

Torres confirmó que “se están dando avances importantes”. “Antes, quedarte embarazada suponía el final de tu tesis doctoral, mientras que ahora se dan más facilidades para compaginar la vida profesional y la maternidad”, ejemplificó.

“Hay que defender

un acceso igualitario

de las mujeres al ámbito de la ciencia”

Directora de Innovación

“Ahora se valora más

la afectividad, en la

que las mujeres suelen tener mayor capacidad”

Managing Director en Neurofix

“Nunca se me ha discriminado al trabajar; creo que es algo cada

vez más anecdótico”

Asociación de Biotecnología de Aragón

“En un entorno laboral diverso cada uno puede aportar al resto desde su propia perspectiva”

Cofundadora de Moa Foodtech

“La situación de la mujer en España

no es peor que en

otros países europeos”

Subdirectora del CIMA