El departamento de Justicia y la Asociación de Víctimas de Abusos de la Iglesia firmaron este lunes un convenio de colaboración mediante el que el Gobierno foral apoyará a las víctimas. El consejero de Justicia y Políticas Migratorias, Eduardo Santos, y el presidente de la asociación, Jesús Zudaire, firmaron en el Palacio de Navarra el convenio "mediante el que el Gobierno sigue mostrando el compromiso de apoyo a las víctimas".

"Es un hito en la historia de este problema que estamos teniendo y esperamos que con él se puedan solucionar muchos problemas, dando pie a que se pueda reparar el daño, que haya justicia y que haya transparencia en la iglesia, que hasta ahora ha sido oscurantista", señaló Zudaire tras la firma.

El consejero Santos, por su parte, aseguró que, con el objetivo de esclarecer todos los casos de este tipo, el Gobierno siempre ha mantenido una conversación con la Iglesia católica. "Siempre les hemos trasladado cuál es nuestra postura. Creemos que hay una actitud positiva en este sentido. Estamos hablando de violaciones claras de los derechos humanos que merecen su reparación".

Santos también se refirió a la proposición de ley de víctimas de abusos de la Iglesia en la que se trabaja en la Comunidad Foral y afirmó que los grupos parlamentarios están ultimando el primer borrador. La posición de su departamento al respecto, manifestó el consejero, es que es necesaria una implicación de la Administración Pública, algo "que ya se está haciendo desde hace tiempo a través de una oficina de víctimas, que depende del Departamento de Justicia, de cara a generar un registro y atender a cualquier víctima de estos delitos".

Aun así, el consejero opina que "es necesario dar un paso más y crear una comisión de reparación con ese soporte administrativo que pueda reconocer de manera individual la condición de víctima y, por lo tanto, darle una satisfacción a cada víctima reconociendo lo que ha pasado de una manera oficial, pública y a través de las instituciones". Santos desea, además, que en esa comisión pueda participar la Iglesia, "aportando sus puntos de vista y colaborando en la resolución de cuestiones que las víctimas están pidiendo".

Por último, afirmó que "sería muy importante, desde el punto de vista de la memoria en una sociedad democrática, y por lo tanto de la convivencia y las garantías de que esto no se vuelva a repetir, que pudiera haber un informe en el que se diera cuenta tanto al parlamento como a la opinión pública de qué es lo que ha pasado, cuántas víctimas hay y cuáles son las circunstancias en las que se produjeron estos hechos".