- El 4,7% de la ciudadanía navarra tiene una discapacidad. Aunque la mayoría de los afectados son adultos, también hay niños y jóvenes con problemas que precisan ayuda.

Todos necesitamos descansar en verano. Por este motivo, Aspace, una organización navarra sin ánimo de lucro, organiza desde 2015 campamentos para personas con discapacidad. El proyecto nació con la idea de juntar ocio y rehabilitación. Manuel Gómez, padre de uno de los niños que frecuenta el campamento de verano y vicepresidente de Aspace Navarra, asegura que para las familias este acontecimiento es realmente importante y que, junto a los niños, van efectuando la cuenta atrás, esperando el día de inicio. "Mientras están en el campamento sabemos que están en buenas manos y que van a pasar un buen verano, como cualquier otro niño", declara Gómez. El campamento es tan significativo que se realizó incluso en 2020, durante la pandemia de la Covid-19. A pesar de los peligros, ninguno de los asistentes se contagió y los niños pasaron un verano maravilloso.

Los trabajadores utilizan el método petö, que busca desarrollar al máximo las capacidades de cada persona y alcanzar un nivel de autonomía, así como evitar el deterioro. El objetivo es que las personas afectadas puedan desenvolverse en las actividades cotidianas de la vida. El método petö se basa en la reeducación, necesaria para que los pacientes aprenda a ser funcionales.

Así, Javier Muñoz, responsable de Acción Social de la Dirección Territorial Ebro de CaixaBank, comenta que La Caixa centra su interés en programas que causen un impacto transformador. La fundación anhela una sociedad más justa, y por eso ofrecen oportunidades a quienes más lo necesitan colaborando con entidades sociales. Rafael Olleta, director general de Aspace, muestra su agradecimiento ante la compañía: "Sin la ayuda de La Caixa esto no sería posible, porque el coste es muy alto". Además, aunque las personas que cuidan a los niños en el campamento son voluntarias, también existe un coste alto en cuanto a la manutención.

Mikel Catalá, joven de 24 años con parálisis cerebral, narra cómo ha sido su experiencia en los campamentos a los que ha asistido: "Es como mi segunda familia. Es como estar otra vez en casa", afirma. Asimismo, Catalá explica qué actividades realizan. Si hace buen tiempo, pueden hacer excursiones a las Cuevas de Zugarramurdi u otros lugares; si llueve, organizan gymkanas o cocinan. Pero, sin duda, lo que más destaca son las bicicletas adaptadas, que otorgan a los niños una sensación de libertad.

Los voluntarios son, también, un pilar fundamental en los campamentos y forman parte de esta gran familia. Todos ellos reciben jornadas de formación para que, de esta manera, puedan ayudar a los niños en cualquier aspecto, siguiendo protocolos de actuación determinados.

En definitiva, los campamentos de verano organizados por Aspace Navarra responden a una bonita iniciativa de labor social, que sin la colaboración de La Caixa no podría llevarse a cabo. Este año se espera un total de 11 niños y jóvenes, provenientes de toda España, a los que les depara un verano maravilloso en el albergue juvenil "Valle de Baztán", en Lekaroz, donde se desarrollan estos campamentos. l

"Mientras están en

el campamento, sabemos que están

en buenas manos"

Vicepresidente de Aspace Navarra

"Este campamento

es como mi segunda familia. Es como estar otra vez en casa"

Participante de los campamentos