Mantener una estabilidad a largo plazo en las buenas cifras con las que cuenta Navarra en donación de sangre -una media de 1,78 por donante, la primera del Estado- pasa por la fidelidad de la juventud, un colectivo que responde bien a dar el paso de estrenarse en este acto altruista pero al que cuesta mantener por motivos principalmente de movilidad y conciliación.

"La donación ha cambiado mucho en los últimos diez o quince años. Antes nacíamos aquí, estudiábamos aquí, trabajábamos aquí y aquí nos quedábamos. Pero hoy en día la gente joven se mueve muchísimo más que antes: por estudios, trabajo...", ha explicado María Otermin, coordinadora de la Asociación de Donantes de Sangre de Navarra (Adona), que este martes ha celebrado el Día del Donante en la céntrica Plaza del Castillo de Pamplona, donde se pudieron realizar donaciones así como recibir información sobre cómo hacerse donante.

Gran parte de esas personas que se acercaron a la carpa y al autobús de Adona eran jóvenes de entre 18 a 29 años, franja en la que se encontraban 977 de las 1.833 personas que realizaron su primera donación el año pasado. "Nuestro objetivo es que cada vez más gente joven se una a la donación y fidelizarlos, que es el gran reto, porque captarlos los captamos bastante bien", ha señalado Otermin.

Una de las principales razones de la importancia de mantener a los jóvenes como donantes a lo largo de su vida es que, al igual que ocurre en el resto de Europa, "tenemos una población envejecida", lo que hace que una persona tenga "más posibilidades de necesitar alguna vez componentes sanguíneos", necesarios para pacientes oncológicos, personas que han sufrido un accidente de tráfico o que han tenido una cirugía.

"Hemos tenido muchos años en los que la gente se ha ido mucho fuera a trabajar por diferentes circunstancias. Parte de esa gente vuelve y a parte los recuperamos. Pero organizarnos el día a día es más complicado, y ya no solo en los jóvenes. Los donantes piden permiso en el trabajo, tienen que dejar a los niños en el colegio, preparar la comida para cuando salgan... El día a día nos come y todas esas cosas afectan a la donación", reconoce. Por ello, las acciones de la asociación son "facilitar el acceso, dar información para que los donantes tengan la seguridad de que ya que han venido pueden donar y ver qué necesitan cuando vienen".

Buena respuesta en 2021

El año pasado se realizaron en Navarra 24.830 donaciones de sangre, una cifra un 7,5% superior al curso pandémico y que fue suficiente para "atender las necesidades de los hospitales". "Todavía no se han recuperado los niveles previos a la pandemia, pero tampoco hay la misma demanda de componentes sanguíneos desde los hospitales. En el momento en el que se reactive, deberemos incrementar el número de donaciones", ha avisado la coordinadora de Adona, que valoró la "buena" respuesta por parte de los donantes el pasado año.

Otro de los apartados que crece es la aféresis, método por el cual se extrae el plasma, un componente del que hay déficit y que también es muy necesario. "Necesitamos que poco a poco donantes vayan combinando donaciones de sangre y de plasma. Lo primero sería donar y después sería pasar a la donación de plasma", ha sentenciado Otermin.