El investigador de Navarrabiomed David Escors Murugarren, voluntario por la ciencia de la Asociación Española Contra el Cáncer (AECC) en Navarra, afirma con rotundidad que “la investigación en cáncer debe ser prioritaria”, teniendo en cuenta que “una de cada dos personas, una de cada tres, vamos a padecerlo. Nos va a tocar a todos y, si no, nos afectará como familiares”. 

Por ello, con motivo del Día Mundial de Investigación en esta patología, consideró importante que “los gobiernos, tanto a nivel nacional como regional, hagan un pacto por la investigación. Que se olviden de las diferencias partidistas, porque aquí lo que importa es el paciente, los servicios de Atención Primaria, los de Oncología, la salud general; eso es importante y se necesita tener un pacto de Estado para reforzar esa investigación”. Un acuerdo que, como explica, implique “aumentar las partidas presupuestarias” para destinar más dinero a sufragar más proyectos de investigación, pero también “a hacer que los investigadores que estén trabajando dispongan de una carrera con cierta estabilidad”. 

“Es importante que los investigadores dispongan de una carrera con cierta estabilidad”

David Escors Murugarren - Investigador de Navarrabiomed y voluntario por la ciencia de la AECC

Y es que, argumenta este virólogo, “de nada nos sirve atraer a investigadores que han estado trabajando muchos años en el extranjero, que vuelven porque les han dado un contrato Ramón y Cajal o un Miguel Servet, si después cuando llegan para realizar su trabajo ven que realmente su futuro no está asegurado”. Una circunstancia que, según expone, hace que muchos profesionales “al final digan pues mira, igual me merece la pena marcharme de nuevo. Es importante esa estabilización del personal que nos va a traer esa riqueza investigadora”.

Por otro lado, la Sociedad Española de Oncología Médica ha denunciado que muchos avances en cáncer se quedaban en el cajón al no recibir el visto bueno de Sanidad pese a contar con el aval de la Agencia Europea del Medicamento, lo que genera frustración en los médicos al no poder ofrecer opciones que existen. 

Al respecto, el doctor Escors señala que “hay varios problemas a la hora de trasladar la investigación al paciente”. El especialista considera “fundamental una política de protección intelectual. Nosotros estamos muy acostumbrados a hacer investigación y después publicarlo sin proteger intelectualmente esos descubrimientos. Unos descubrimientos que no están protegidos intelectualmente, como por ejemplo pongamos un medicamento, después nadie lo va a producir, no va a haber una empresa que se encargue de producirlo y llevarlo al paciente”.

“Para que lleguen los tratamientos al paciente hay que proteger intelectualmente esos descubrimientos”

David Escors - Investigador de Navarrabiomed y voluntario por la ciencia de la AECC

Por ello, sostiene que “antes de publicar datos o generar conocimiento en centros de investigación u hospitales, tanto públicos como privados, un buen gabinete debe estudiar la manera de protegerlos intelectualmente porque, si no, esa calidad y ese trabajo realmente no acaba llegando al paciente”. 

Además, en aquellos medicamentos que sí han recibido una aprobación por parte de la EMA, el investigador aboga por que se busque un procedimiento simplificado de aprobación y aplicación en los países dentro de la Unión Europea.

Resultados en cadena

Gracias a una ayuda de la AECC el equipo de Escors logró identificar con un simple análisis de sangre qué pacientes de cáncer de pulmón se pueden beneficiar de la inmunoterapia y también qué mecanismos tienen estos tumores para evitar al sistema inmunitario. Sin embargo, como explica el especialista, “la concesión de un proyecto no tiene una actuación limitada en el tiempo, sino que con los resultados eso favorece que podamos seguir trabajando”. Así, en el caso de ese proyecto original han salido otros dos que “lo están incluso superando”. 

Por otro lado, respecto a la reclamación de la AECC de que se financie la investigación de cánceres poco frecuentes y de baja supervivencia, Escors indica que, por ejemplo, “el tipo de tratamientos que nosotros desarrollamos no están dirigidos a un cáncer específico. Así, se pueden desarrollar proyectos científicos que, aunque se trabaje con muestras de un tipo de tumor, sea aplicable a otros tipos, especialmente aquellos que son menos frecuentes”.

Tras poner de relieve que “en los cánceres raros, y en cualquier enfermedad rara, una de los grandes problemas que tienen es que la incidencia es tan baja que para el investigador es muy difícil disponer de muestras de pacientes”, reclama que “dentro del presupuesto que se designa para la investigación en ciencia se destine una cantidad a las patologías poco frecuentes”. Asimismo, propone que los investigadores tengan un acceso más sencillo a las muestras de los biobancos.