Cada vez son más las ciudades que se suman a la Semana de la Movilidad, conscientes de que hay problemas medioambientales y sociales que nos afectan a todos. Por ese motivo, esta semana temática que se celebra cada año del 16 al 22 de septiembre, sirve para generar una mayor conciencia, aportar alternativas, reducir los impactos negativos de la movilidad urbana y promover modos de transporte más ecológicos. Una iniciativa creada en Europa en 1999 y que contó con el apoyo de la Comisión Europea con el cambio de milenio.

El tema anual para esta edición es ‘Mejores conexiones’ y tiene como objetivo difundir los beneficios del uso de modos de transporte sostenibles. De esta forma, se contribuye a reducir las emisiones nocivas y a disminuir la contaminación atmosférica así como a mejorar la calidad del aire en las ciudades.

Acciones europeas

En esta edición se han inscrito un total de 2.871 ciudades de 47 países. Entre ellas, hay 483 que son españolas. Todas ellas han colaborado esta semana difundiendo los beneficios del uso de transportes alternativos y sostenibles que culmina hoy con ‘El día sin coches’, un movimiento que busca encontrar nuevas soluciones a los problemas asociados al aumento del tráfico en los núcleos urbanos.

Asimismo, Europa tiene implantadas varias políticas para reducir la exposición a la contaminación atmosférica, además de cooperar con diversos sectores responsables de la contaminación. También trabaja con las autoridades nacionales y regionales, y junto a las organizaciones no gubernamentales.

Bajo el título ‘El Pacto Verde Europeo’, la acción tiene como objetivo “establecer un plan de acción para hacer que la economía de la Unión Europea sea sostenible mediante la transformación de los desafíos climáticos y medioambientales en oportunidades en todos los ámbitos políticos de manera justa e integradora”. El Pacto Verde Europeo es la nueva estrategia de crecimiento para una economía de la UE sostenible, más limpia, segura y saludable. Dicho plan quiere garantizar que no haya emisiones de gases de efecto invernadero en 2050, busca impulsar la utilización eficiente de los recursos al cambiar a una economía limpia y circular con el fin de recuperar la biodiversidad.

Compromiso de las ciudades

Pamplona es una de las ciudades que un año más se han sumado a la Semana Europea de la Movilidad, con un programa amplio lleno de actividades orientadas a promocionar una movilidad sostenible alejada de la contaminación. Además, cada vez es más fácil acceder a nuevas alternativas de transporte, como lo son las bicicletas eléctricas.

En Navarra ya hay cerca de 80 kilómetros de carril bici y en la capital se están ampliando varios tramos. De hecho, recientemente se ha inaugurado el trazado del nuevo carril Tajonar-Sadar, aunque se prevé que sigan sumando los tramos ciclables.

En cuanto al resto de actividades de movilidad sostenible, también se ha invitado a la ciudadanía a realizar rutas a pie para descubrir el valor y los secretos de las murallas de Pamplona así como los valores ambientales de Mendebaldea y el jardín del Hospital Universitario de Navarra.

Objetivos de desarrollo sostenible

El Plan de Movilidad Urbana Sostenible (PMUS), según el Instituto para la Diversificación y Ahorro Energético (IDAE), es un conjunto de actuaciones cuyo objetivo es implantar formas de desplazamiento más sostenibles en las ciudades como caminar, pedalear o utilizar el transporte público.

De esta forma se reducen el consumo energético y las emisiones contaminantes. Además, garantiza la calidad de vida de la ciudadanía.

A día de hoy es muy habitual depender únicamente del coche para desplazarnos por la ciudad. Por esa razón, la movilidad sostenible aporta otras opciones para reducir los impactos negativos de esta movilidad urbana y promociona los medios de transporte más ecológicos.

A nivel individual también podemos realizar pequeñas acciones para contribuir a reducir las emisiones contaminantes. Por ejemplo, podemos compartir coche a la hora de realizar un largo viaje o para ir al trabajo. Es una manera sostenible de limitar el impacto medioambiental de cada persona.

Además, teniendo en cuenta la situación económica actual, podemos utilizar el transporte público con mayor frecuencia como alternativa para desplazarnos. De esta manera también evitaremos pagar el alto precio de los combustibles.

Por último, si no tenemos otra opción que usar nuestro utilitario, podemos realizar una conducción eficiente o utilizar un coche eléctrico. Son pequeños gestos que pueden contribuir en gran medida a cuidar el planeta.