La consejera de Salud, Santos Induráin, ha anunciado este jueves en sede parlamentaria que su departamento “está ultimando la inminente puesta en marcha del programa de detección precoz de cáncer de cuello de útero”, que llegará a más de 175.000 mujeres de la Comunidad Foral. En su intervención, ha adelantado también que la próxima semana darán más información sobre los detalles de este proyecto. 

Así lo ha indicado en respuesta a una pregunta de Ana Ansa, parlamentaria de Geroa Bai, quien ha considerado “preocupantes” los datos de casos de cáncer de cérvix detectados el año pasado en Navarra (18), “no tanto por el número absoluto, dentro de las cifras habituales, sino porque el 60% se encontraban en fase avanzada, lo que supone unos tratamientos mucho más agresivos y mucho peor pronóstico para estas mujeres”. A su juicio, ha proseguido la portavoz, “lo que había fallado era la detección precoz” y teniendo en cuenta la eficacia que han demostrado estos programas, ha preguntado a la consejera cuándo se prevé su implantación, ya que lleva retrasándose desde el año 2018. 

De 17 a 23 casos al año en Navarra

Como ha expuesto Induráin, la incidencia del cáncer de cuello de útero en la Comunidad Foral se sitúa en 4,5 casos por 100.000 mujeres, de manera que se diagnostican alrededor de 17-23 casos por año, ocupando el décimo sexto lugar en frecuencia. 

Tras explicar que “está demostrado el papel que el virus del papiloma humano tiene en su desarrollo”, ha considerado “clave para su control” la aplicación de medidas de carácter preventivo primario, como es el caso de la vacunación. No obstante, ha advertido de que estas campañas se llevan realizando “poco tiempo” en nuestro entorno, por lo que “sus beneficios serán visibles a largo plazo”. 

Asimismo, ha apuntado que “otra arma disponible para la lucha contra este tumor es la aplicación de estrategias de prevención secundaria”, refiriéndose a la detección precoz, que “ha demostrado su eficacia y efectividad, consiguiendo disminuir la mortalidad de forma significativa”. De hecho, ha sostenido que la combinación de estas dos estrategias “puede considerarse una forma efectiva de control y posible erradicación de esta enfermedad”. 

APUNTES

  • Permitirá captar a mujeres que habitualmente no van a revisiones. La ventaja del programa de cribado poblacional frente al oportunista es que se realiza una llamada a todas las mujeres, de manera que permitirá captar a aquellas que no se hacen revisiones. Actualmente, funciona el cribado oportunista, de modo que cuando las navarras van al ginecólogo porque tienen un sangrado, un dolor o un bulto, prácticamente de manera sistemática se hace una citología. De este modo, explican los expertos, cerca de un 70% de la población tiene un cribado. Con la implantación de este programa se llegará también a ese 30% restante –unas 52.000 mujeres–.
  • Objetivos de la estrategia 90-70-90 de la OMS para 2030. Que el 90% de las pacientes estén vacunadas, el 70% de la población global esté cribada y el 90% de las mujeres diagnosticadas de cáncer de cérvix estén bien tratadas. 
  • El 60% de los diagnósticos de 2021, en fase avanzada. Entre un 55% y un 60% de los casos diagnosticados en 2021 en la Comunidad Foral se detectaron en fases localmente avanzadas. 

Para el año 2023

Ansa, por su parte, ha lamentado la poca concreción de Induráin, ya que “conocemos que está planeado un pilotaje y que se ha hecho un estudio de viabilidad y gestión de programa”. Tras mencionar que esta iniciativa “va a permitir captar a aquellas que no se hacen revisiones”, llegando a más de 175.000 mujeres, se cuestionó: “Si el diseño ya está hecho, si el programa de información y gestión está testado, si además hay profesionales que están realizando el cribado de forma oportunista, ¿por qué esta lentitud en la implantación?”. “Entiendo que faltan algunas partes del diseño, como cómo se va a hacer la recogida de muestras, pero tenemos mucha experiencia y nos seguimos preguntando por qué lo tenemos que retrasar hasta 2023”, ha agregado.

En cuanto a la prevención de este carcinoma, Ansa ha afirmado que tiene otras piezas fundamentales: “La vacunación, por supuesto, pero sobre todo la educación sexual y el fomento del uso del preservativo”. 

Dos actuaciones complementarias

La estrategia, según explicaron, irá dirigida a mujeres asintomáticas residentes en Navarra y contará con dos actuaciones complementarias y sinérgicas. 

Por un lado, se ha diseñado un nuevo programa organizado y poblacional con detección del virus del papiloma humano (VPH) en mujeres de 35 a 65 años –alrededor de 138.000, según el Instituto Nacional de Estadística–, tipificando el tipo de papiloma, porque hay unos más agresivos que otros y así detectar los que son de alto riesgo. Si el resultado es positivo, se citará para citología. Este control se repetirá cada 5 años. 

Y, por otro, a la población femenina de 25 a 34 años –unas 37.000– se les va a hacer el cribado por citología cada tres años, al igual que ahora, como una prueba primaria.