La exposición constante a las pantallas está pasando una seria factura a los ojos. Con motivo del Día Mundial de la Visión que se celebra este jueves, día 13, se ha revelado que la prevalencia de la miopía entre los adolescentes se ha disparado.

Y preocupa, no solo el número de personas que la sufren, sino también las dioptrías que tienen. Y es que, mientras una miopía baja no entraña graves complicaciones, cuando ésta supera las 6 dioptrías se convierte en patológica.

El uso excesivo de dispositivos móviles es el detonante de que este problema haya crecido en los últimos tiempos. Por eso, dos de cada cinco adolescentes se ve obligado a llevar gafas, una cifra que no hace más que aumentar, aunque a la mitad de esos usuarios no les gusta llevarlas. 

Son algunas de las conclusiones preliminares del informe La prevalencia de la miopía entre la población más joven, presentada por la asociación Visión y Vida, que ha servido para poner en contexto el lanzamiento de una nueva edición de la campaña Ver para aprender, dirigida a jóvenes de 12 a 18 años. En concreto, en Euskadi la campaña arrancará con la implicación de más de 20 ópticas ya adheridas a la iniciativa.

REVISAR LA VISTA

La campaña se enmarca en un entorno social que dice que el 59% de las familias no revisa el estado de la visión de sus hijos/as porque no se quejan de molestias, aunque uno de cada cuatro jóvenes afirma que no ve bien.

Por eso es imprescindible poner en marcha medidas que incluyan la salud visual entre las principales preocupaciones a estas edades. Sobre todo, teniendo en cuenta que la miopía ya es la pandemia del siglo XXI, según la OMS.

El hábito adquirido de usar pantallas fuera de las horas de clase –siete de cada diez lo hacen durante unas tres horas– podría estar también detrás de este problema que se define por un uso intensivo de la visión de cerca. En este sentido, el 55% de los jóvenes de 18 a 34 y el 62% de los universitarios de 17 a 27 años ya son miopes.

Se trata de una tasa elevada de prevalencia, que además sigue una tendencia al alza, tanto en lo que se refiere al aumento de la graduación como en lo relativo al número de afectados. Para los especialistas, el mayor problema no es la visión borrosa en sí, sino los peligros en los que puede derivar y por ello hay que frenar su progresión.

LA MIOPIA EN DATOS

  1. Dos de cada cinco adolescentes en España llevan gafas
  2. El 62,5% de los universitarios de 17 a 27 años ya son miopes
  3. Uno de cada tres menores (31%) podrían tener un problema de visión no corregido, mientras que solo el 11,4% de las familias llega a sospecharlo

Resulta especialmente alarmante el crecimiento de la miopía entre los nativos digitales y, al respecto, cabe destacar que, en cinco años, la proporción es de -3 o -3,75 dioptrias para uno de cada diez. Además, el 40% de las personas con más de 8 dioptrías corre el riesgo de perder visión debido a enfermedades de retina y el 20% de cataratas en pacientes jóvenes suceden entre aquellos con alta miopía.

Los estudios revelan que son más miopes las personas que viven en la ciudad, porque no focalizan su vista a lo lejos, o las mujeres, que también tienen más tendencia a sufrir este trastorno.

Un pequeño con problemas visuales, en su clase. E.P.

CAUSA DE FRACASO ESCOLAR

Con el Día Mundial de la Visión en el punto de mira, se recuerda además que uno de cada tres casos de fracaso escolar se relaciona con un problema visual, y se estima que uno de cada tres menores (31%) podrían tener un problema de ojos no corregido, mientras que solo el 11% de las familias llega a sospecharlo.

De hecho, el problema tampoco es baladí entre los más pequeños. 1,2 millones; Ese es el número de niños que padecen miopía en España, según datos del INE. Una realidad al alza en los últimos años ya que desde 2020 han anunciado un 9% de los problemas visuales.

Paul Chamberlain, director de programas de investigación de CooperVision, afirma que “la miopía avanza especialmente rápido en la población infantil, y es vital detectarlo a tiempo para poner las soluciones correctas”.